¿Será que a los países ganaderos de Suramérica les tocará vacunar a los bovinos de Venezuela para frenar la amenaza de fiebre aftosa en la región?
“No lo sé; pero algo hay que hacer, porque la situación de Venezuela frente la fiebre aftosa es terrible y lamentable, y podría terminar en una situación catastrófica para Suramérica”.
Así lo estimó Luis Humberto Martínez Lacouture, gerente del Instituto Colombiano Agropecuario, ICA, a la vez que aseveró que hay una gran preocupación en Brasil (uno de los mayores exportadores de carne del mundo), Argentina y Uruguay, por el alto contagio que tiene ese virus, ya que puede viajar hasta en el aire.
El directivo del ICA dijo que en el vecino país no se reportan los casos de la enfermedad, es el único país de Suramérica que no está certificado con vacunación y se queda sin dosis para vacunar su hato que es de 12 millones de ejemplares.
Reunión extraordinaria
Martínez Lacouture expresó que debido a la gravedad del asunto, el Centro Panamericano de Fiebre Aftosa, Panaftosa, citó una reunión de carácter extraordinaria a todos los países miembros el próximo 21 de julio, con el fin de analizar y estudiar la situación de Venezuela frente a esta enfermedad.
“En esa reunión se tendrá la posibilidad que entre todos se determine una acción a seguir frente a esa enfermedad en el vecino país. Nos han pedido unos simulacros para determinar qué tan afectado está el hato bovino en Venezuela, ya que se percibe que el riesgo es para todos”, agregó.
El gerente de la entidad encargada de la sanidad en el país expresó que no tiene duda que los siete animales con signos clínicos que produjeron al foco de aftosa en Tame, Arauca, llegaron al país por contrabando desde Venezuela.
Delimitación de la zona
Martínez Lacouture aseguró que se trabaja de manera ardua para que en 10 días se tenga delimitada y definida la zona de contención en Arauca (está en cuarentena por foco de aftosa), con el fin solicitarle la visita técnica a la OIE para que verifique y compruebe los controles que se han establecido para frenar la enfermedad en el país.
El directivo estimó que es posible que la certificación de país libre se vuelva a obtener entre 3 y 4 meses como máximo.
Los trabajos de control, en su concepto, se intensificarán en la frontera ya que la gran amenaza es el contrabando.
“Los ganados provenientes de ese país ni siquiera los están marcando, debido a que les teníamos identificados los hierros y se podían efectuar los decomisos”, aseveró
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