La Policía estima que al menos 58 personas murieron y 515 quedaron heridas este domingo cuando un hombre abrió fuego contra una multitud que asistía a un concierto en Las Vegas, en lo que ya se considera el tiroteo más sangriento de la historia en Estados Unidos.
El atacante, identificado como Stephen Padock, era un residente local. Disparó desde el piso 32 del hotel Mandala Bay, ubicado en la avenida central Strip, donde se celebraba la tercera y última noche de un festival de música country. La Policía informó esta mañana que Paddock se habría suicidado antes de que llegaran los agentes.
Las circunstancias de este tiroteo aún son confusas y los motivos del atacante, desconocidos. Ningún grupo asumió autoría y por lo pronto lo manejan como un “lobo solitario”.
El jefe policial explicó además que han localizado a la mujer asiática que acompañaba al presunto atacante, identificada como Marilou Danley, con quien quieren hablar para que les ayude en la investigación.
Según las autoridades, el tiroteo comenzó hacia las 10:08 p.m., hora local, cuando al otro lado de la calle del hotel donde estaba Paddock se celebraba la clausura de los tres días del festival de música country “Route 91 Harvest”, que tenía lugar al aire libre.
En el momento del suceso estaba en el escenario el cantante de country Jason Aldean, cuya actuación se vio interrumpida por el sonido de las ráfagas de fusil, que provocaron el pánico entre los asistentes.
Entre los muertos hay varios policías fuera de servicio que asistían al concierto, según Lombardo, pero no hay aún más información sobre el resto de las víctimas. Debido al incidente, además del cierre de la zona sur de la ciudad y de una carretera, varios vuelos con destino al aeropuerto internacional de Las Vegas fueron desviados a otras terminales como medida de precaución.
Numerosas ambulancias y vehículos policiales llegaron al lugar y las víctimas fueron trasladadas al University Medical Center y el Sunrise Hospital Medical Center.