Acosado por el cerco que las autoridades le fueron tendiendo desde el pasado 9 de julio, Danny Ureña Martínez, compañero sentimental de Sandra López, (la trabajadora de la Empresa Municipal de Servicios Públicos de Arauca), se presentó en Yopal a las autoridades y ante un juez de garantías reconoció ser el responsable del homicidio y se allano a cargos.
El confeso homicida fue trasladado hasta la ciudad de Arauca y presentado ante un juez de control de garantía. En el desarrollo de la audiencia de imputación de cargos el procesado acepto haber asesinado a su compañera sentimental.
“Pido perdón a Dios y a los familiares, yo lo hice” respondió Ureña al ser interrogado por el juez, si él había cometido el homicidio y se allanaba a los cargos
Danny Ureña Martínez fue enviado a la cárcel donde purgará entre 20 a 41 años según lo defina un juez de conocimiento.
Sandra López, apareció muerta el 8 de julio en horas de la madrugada en una residencia ubicada en el barrio Cabañas del Rio, se iniciaron las experticias criminalísticas y su cuerpo fue enviado a medicina legal.
El lunes 10 de julio en la primera emisión noticiosa de Meridiano 70, Familiares de Sandra contaron que tenían serias dudas sobre los hechos que rodearon la muerte de la mujer. En esa oportunidad reseñaron que al conocer de su deceso se habían trasladado al sitio y les llamó la atención los moretones y contusiones que presentaba el cuerpo, “estos signos les hacían sospechar que su deceso había sobrevenido tras soportar golpes y agresiones por parte de su verdugo”.
“Queremos que las autoridades investiguen las circunstancias en que murió nuestra Sandra. Estamos seguros que fue un homicidio”, dijo consternada uno de sus familiares y quien además contó que había puesto la denuncia contra la persona sobre quien recaen todas las sospechas y estaba acompañando a Sandra la madrugada del sábado, claramente hablaban de Danny Ureña Martínez.
Ureña, estuvo presente en momento en que llegaron las autoridades al barrio Cabañas del Rio, pero cuando conoció las sospechas, desconfianzas y dudas sobre la versión de los hechos que rodearon la muerte violenta y al no pudo responder muchos interrogantes, desapareció.
Danny Ureña Martínez trato de evadir la acción de la justicia y se refugió en territorio casanareño, pero las autoridades de Arauca sigilosamente le siguieron el rastro, hasta lograr que se entregara voluntariamente.