En un comunicado que circula en la región del Sarare y en redes sociales la organización insurgente del Eln a través de la Dirección Nacional y el Comando Central expresa que la comandancia de Farc busca convertirse en una organización legal, aceptando acuerdos que exculpan al Estado de su responsabilidad en el desarrollo de la guerra.
En el pronunciamiento del ELN indica que si bien mantiene su respeto por la mesa de negociaciones de La Habana, ante el congelamiento impuesto por el Gobierno a los diálogos con ellos y la inminente firma de un acuerdo definitivo de dejación de armas de las Farc, se ven en la obligación de expresar que no comparten la esencia de dichos acuerdos.
“Se evidencia que el objetivo principal de la comandancia de Farc es convertirse en una organización legal, aceptando unos acuerdos que exculpan al Estado de su responsabilidad en el desarrollo de la guerra sucia y el terrorismo de Estado, a la vez que deforman los fundamentos esenciales del derecho a la rebelión. Así, el Gobierno niega la naturaleza política del alzamiento armado y mantiene intacto el régimen oprobioso de violencia, exclusión, desigualdad, injusticia y depredación”, dice el comunicado.
en cuanto al proceso de conversación ELN-Gobierno, dice la Dirección Nacional y el Comando Central del grupo insurgente que pasados cuatro meses, las conversaciones están congeladas por decisión unilateral del Ejecutivo, “quien pretende imponer condiciones por fuera de la formalidad de la mesa, haciendo exigencias que jamás fueron acordadas, aunque son asuntos que están contemplados para ser discutidos. Al parecer el Gobierno le tiene miedo a la participación de la sociedad”.
Los elenos concluyen su comunicado: “La paz no es el desarme de la guerrilla sino una construcción multicolor, donde la participación popular cobra vida y se concreta en las transformaciones de la nueva nación. Si la sociedad plantea la democratización del poder, es la oligarquía la que debe definir si permite los cambios o continúa manteniendo la guerra y haciendo política mediante la violencia. En la actualidad, lo que está en el orden del día no es un Plebiscito para desarmar a una organización guerrillera, sino la necesidad de construir una paz verdadera, pues de poco servirán unos acuerdos parciales si continúa el conflicto social y armado”.