La Encuesta de Calidad de Vida – ECV que elabora el DANE, es una fuente de información esencial para caracterizar las condiciones de vida de los ciudadanos colombianos, brindando luces respecto a dimensiones y variables claves como las condiciones de vivienda (material de paredes, pisos y servicios públicos), el capital social (educación, salud, cuidado de los niños, fuerza de trabajo, gastos e ingresos), y las dinámicas de los hogares (tenencia de bienes y percepción del jefe o del cónyuge sobre las condiciones de vida en el hogar). En este sentido, en la presente columna vamos a presentar los aspectos más importantes que arrojó la ECV del año 2023 para el departamento de Arauca.
Empecemos entonces hablando de las generalidades más relevantes:
- En el departamento se registró para el año 2023 la existencia de 113 mil viviendas y 114 mil hogares, ubicándose aproximadamente un 61% de los mismos en las zonas urbanas y el restante 39% en las rurales.
- En promedio se cuentan 2,72 personas por hogar, cifra inferior a la media nacional que es de 2,90.
- Mención especial merece el hecho de que, en línea con las tendencias nacionales e internacionales, el número de integrantes de los hogares sea cada vez menor: para el 2023 el 24,3% de los hogares se identificaron como unipersonales o compuestos por una sola persona, y en general aproximadamente el 73% de los hogares araucanos está compuesto por tres personas o menos.
- En el 51,2% (la cifra alcanza el 55,4% en las cabeceras urbanas) de los hogares del departamento de Arauca, son las mujeres las jefes cabeza del hogar, registrándose más o menos 34 mil hogares liderados por mujeres solteras.
- Del total de habitantes, de acuerdo con la ECV, el 2,7% se reconocieron a sí mismos étnica o racialmente como indígenas (1,2% de los habitantes del departamento) o como afrodescendientes (1,5% de los habitantes del departamento), en el caso de los primeros ubicados mayoritariamente en las zonas rurales (3,1% de los habitantes rurales del departamento) y en el caso de los segundos en las zonas urbanas (1,7% de los habitantes urbanos del departamento).
Más allá de esta información general, muy importantes para realizar una caracterización adecuada de las condiciones de vida en el territorio, es necesario remarcar algunos aspectos que a juicio del autor de esta columna merecen una atención prioritaria de los mecanismos de política pública por parte del departamento y los municipios:
- En cuanto al acceso a los servicios públicos esenciales, persisten brechas importantes: el 3,7% de los hogares rurales no cuentan con acceso al servicio de energía, la falta de cobertura asciende a niveles escandalosos en el caso del acueducto con un 65% y del alcantarillado con un 96%. Mención aparte merecen los 2 mil hogares rurales que en el departamento de Arauca no cuentan con acceso a ningún servicio público esencial.
- La propiedad de la vivienda también es un tema álgido, en esencia porque aproximadamente el 65% de los hogares no son propietarios, por lo que se encuentran pagando algún tipo de arriendo (34,6% de los hogares), porque habitan con permiso del propietario sin pagar ningún tipo de canón (20,8%) o en el caso más extremo porque registran una posesión sin título u ocupación de hecho (9,4% de los hogares).
- Del total de los habitantes del departamento, más o menos el 12%, es decir, aproximadamente 36 mil araucanos, no se encuentran afiliados al Sistema General de Seguridad Social en Salud. Por su parte, de la población afiliada al Sistema, únicamente el 11,8% hace parte del denominado régimen contributivo.
- Se continúa registrando una brecha grande en la carga del cuidado de los hijos, hecho que se refleja en que el 44% de los hogares en los que una madre soltera es jefe cuenta con hijos menores de 18 años, mientras que los hogares liderados por hombres solteros con hijos alcanza apenas un 9,3%.
- Lo anterior, se hace aún más preocupante si tenemos en cuenta que solo el 16,1% de los niños menores de 5 años son atendidos en un hogar comunitario, jardín, centro de desarrollo infantil o colegio, quedando el 74% de la población infantil al cuidado de alguno de sus padres en su hogar o en su sitio de trabajo.
- Aunque para algunos quizás no sea la cifra más alarmante, es pertinente cuestionar a las autoridades encargadas de dirigir el sistema educativo acerca de los casi 1800 niños, niñas, adolescentes y jóvenes que no estudian porque aseguran no haber encontrado cupo o sencillamente porque no existe un centro educativo cercano.
Como podrá apreciar el lector atento, las problemáticas que reflejan las cifras de la ECV son variadas y complejas. La expectativa de mucho de los araucanos, es que las mismas sean consideradas por los encargados de liderar las administraciones públicas territoriales, en las dinámicas prospectivas de los nuevos planes de desarrollo. La inquietud latente es si a partir de estas estadísticas se están transformando algunos imaginarios errados que han orientado la discusión pública en el departamento de Arauca, o, sí, por el contrario, se seguirá insistiendo en soluciones totalmente alejadas de la realidad que han reflejado pobres resultados a la hora de atender estos acuciantes problemas.
Amanecerá y veremos como dice el dicho, por ahora las cifras son las que hablan.
P.h.D. Eduardo Andrés Botero Cedeño – Economista