Cuando una tormenta impide el aterrizaje de dos aviones en el Aeropuerto Santiago Pérez Quiroz, todos los itinerarios de la semana sufren distintos retrasos y cancelaciones debido a la fragilidad de la infraestructura operativa tanto de la aerolínea estatal Satena como de Clic. Vuelos retrasados que luego se convierten en cancelados, pasajeros que deben bajar para que el avión pueda despegar, pasajeros varados en ciudades en las que no tienen ningún arraigo, citas médicas incumplidas por no llegar a tiempo, comerciantes, estudiantes, funcionarios públicos y personas que necesitan llegar a Bogotá o Bucaramanga sufriendo por la falta de claridad de las aerolíneas. De manera inhumana y facilista, les explican a los pasajeros, para quienes volar ya es un suplicio, que deben bajar del avión porque presenta una falla técnica, alimentando el pánico a volar y obligándolos a imaginar múltiples escenarios sobre su suerte cuando finalmente ese avión “pueda” despegar.
Así se encuentran los pasajeros que debieron regresar a la ciudad de Arauca desde Bucaramanga el pasado miércoles 25 de septiembre, cuyo vuelo fue cancelado, y que desde esta mañana están apostados en el aeropuerto esperando que finalmente su vuelo salga. No sin antes, hacia las 10:00 a.m., ser subidos y luego bajados con el argumento de que el avión presenta fallas, y después de más de 3 horas sin razón alguna, les informan que probablemente el vuelo saldrá hacia las 4:00 p.m. con destino a Arauca.
Es definitivo que quienes ostentan el poder, o tienen la posibilidad de establecer contacto con las directivas de estas empresas, con las autoridades aeroportuarias, con el Ministerio de Transporte o con el mismo Presidente de la República, deben entender que así es muy difícil que un departamento como Arauca salga de la crisis que vive. Con el terror impuesto por los grupos al margen de la ley, que también llenan de pánico a quienes quieran viajar por carretera, y quienes lo hacen porque no tienen más remedio, ya que no pueden pagar tarifas superiores a los $400.000 pesos por trayecto en avión, deben someterse a un viaje también tortuoso de veinte horas por carreteras ampliamente conocidas por su estado desastroso.
¿Qué pasa con Satena? Que alguien por favor responda.