El presidente Gustavo Petro condecoró a excombatientes del M-19 que ahora integran la Unidad Nacional de Protección (UNP), en una ceremonia en la Plaza de Armas de la Casa de Nariño. Este acto, que coincidió con la conmemoración de un aniversario de la Casa Militar, también incluyó reconocimientos a oficiales del Ejército y la Policía. Petro destacó que este gesto simboliza la reconciliación y la paz, al unir en una misma función a antiguos adversarios en la protección de la democracia y los derechos ciudadanos.
La UNP, dirigida por Augusto Rodríguez, exmiembro del M-19 y cercano al presidente, es responsable de la seguridad de altos funcionarios, incluyendo al mandatario. Rodríguez ha sido una figura clave en la administración de Petro, reflejando la integración de exguerrilleros en roles gubernamentales.
Este reconocimiento ha generado diversas reacciones. Mientras algunos lo ven como un avance hacia la reconciliación nacional, otros lo critican por considerar que exguerrilleros ocupen posiciones de seguridad estatal. El exfiscal Francisco Barbosa calificó la condecoración como una “afrenta” a la institucionalidad, cuestionando la legitimidad de tal reconocimiento.
La ceremonia se realizó un día antes del aniversario de la Toma del Palacio de Justicia, un evento histórico en el que el M-19 tuvo un papel central. Esta coincidencia ha intensificado el debate sobre la memoria histórica y la reconciliación en Colombia.
El presidente Petro enfatizó que este acto demuestra la posibilidad de que antiguos adversarios trabajen juntos por objetivos comunes, promoviendo la paz y la unidad en el país.