El excongresista Carlos Alberto Cuenca Chaux, reconocido por haber presidido la Cámara de Representantes en 2019, fue condenado a siete años y seis meses de prisión domiciliaria por la Sala de Primera Instancia de la Corte Suprema de Justicia. La sentencia se basa en actos de corrupción electoral cometidos durante su campaña de reelección en 2014, cuando ofreció materiales de construcción, como bultos de cemento y tejas de zinc, a cambio de votos en reuniones realizadas en Inírida, Guainía.
Según el fallo liderado por la magistrada Blanca Nélida Barreto, Cuenca también deberá pagar una multa equivalente a 588 salarios mínimos legales mensuales vigentes. La Corte concluyó que los ofrecimientos realizados por el congresista, con pleno conocimiento de su ilegalidad, afectaron gravemente los mecanismos de participación democrática. A pesar de que el denunciante inicial, Miguel Garrido, se retractó en fases posteriores del proceso, la decisión se sustentó en otras declaraciones y pruebas que confirmaron los hechos.
El caso revela que el congresista utilizó establecimientos locales, como la Comercializadora Castillo y el Depósito Rivera, para entregar los materiales prometidos. Aunque Cuenca argumentó que su presencia en las reuniones fue motivada por invitaciones de terceros, la Corte determinó que actuó de manera deliberada para obtener beneficios electorales.
El fallo también señala que, aunque los delitos fueron cometidos hace más de una década, la conducta de Cuenca Chaux vulneró la confianza pública en el sistema electoral. A pesar de que no se han reportado nuevos delitos desde entonces, la Corte destacó la necesidad de establecer un precedente frente a este tipo de comportamientos, reafirmando el compromiso con la transparencia en los procesos democráticos.