La tasa representativa del mercado (TRM) en Colombia se ha mantenido en niveles altos durante el inicio del 2025, con un promedio de $4,332 y máximos cercanos a los $4,500 en algunos momentos. Este panorama refleja un contexto económico marcado por presiones internas y externas, como la situación fiscal del país, la agenda de reformas del Gobierno y el impacto de las políticas proteccionistas del presidente Donald Trump, quien asumió su segundo mandato el pasado 20 de enero.
El dólar, que comenzó el año en $4,409.15, ha mostrado resistencia a caer por debajo de los $4,300, según analistas. Entre los factores que sostienen esta tendencia al alza están el déficit fiscal colombiano de 12 billones de pesos, la incertidumbre sobre las reformas tributarias y laborales, y la posible reducción de tasas de interés por parte del Banco de la República, lo cual disminuiría el diferencial frente a las tasas en Estados Unidos.
La investidura de Donald Trump ha generado incertidumbre en los mercados internacionales debido a sus políticas comerciales y migratorias. Según los analistas de Corficolombiana, este contexto, sumado a las tensiones diplomáticas entre Colombia y Estados Unidos, podría mantener el dólar en niveles altos e incluso superar los $4,500 en momentos de mayor volatilidad.
Por su parte, el aumento en los precios del petróleo, que pasó de $73 a $80 por barril en el mercado internacional, ha brindado cierto alivio al peso colombiano, pero no ha sido suficiente para revertir las presiones cambiarias.
De acuerdo con Alejandro Reyes, economista principal de BBVA Research, el tipo de cambio promedio se situará en $4,345 durante el 2025, con una posible baja hacia finales del año que podría llevar la TRM a niveles de $4,200 o $4,250. Sin embargo, advierte que factores como el déficit en cuenta corriente y la incertidumbre política podrían mantener la volatilidad.
Desde Bancolombia, se espera que el dólar promedie $4,295 este año, mientras que expertos de Credicorp Capital estiman que el costo de la divisa podría alcanzar los $4,500 o más, impulsado por el entorno preelectoral y los desafíos fiscales.
Quasar Elizundia, estratega de Pepperstone, destaca que el peso colombiano ha mostrado cierta resiliencia gracias al alza en los precios del petróleo y la mejora en la confianza del consumidor. Sin embargo, enfatiza que la incertidumbre global y las tensiones locales exigen un monitoreo constante para evaluar el rumbo de la moneda.
Por su parte, Daniel Velandia, de Credicorp Capital, advierte que la inestabilidad económica en Colombia podría convertirse en el principal factor de presión sobre el dólar, mientras que los efectos de las políticas de Trump añadirán un componente adicional de incertidumbre para los mercados locales.
El panorama cambiario de 2025 se perfila como uno de los más complejos de los últimos años para Colombia. Con una economía que enfrenta retos significativos tanto en el frente interno como en el externo, los expertos coinciden en que la volatilidad será la constante. Las decisiones económicas y políticas que se tomen en los próximos meses serán determinantes para el comportamiento del dólar y la estabilidad económica del país.