El Gobierno Nacional de Colombia ha realizado un abono de aproximadamente $200.000 millones para cubrir parte de los subsidios de energía destinados a usuarios de bajos recursos. Sin embargo, esta suma representa solo el 6,8% de la deuda total, que asciende a $2,9 billones, según la Asociación Colombiana de Distribuidores de Energía Eléctrica (Asocodis).
Empresas del sector, como Afinia y EPM, han expresado su preocupación ante la insuficiencia de estos pagos. John Maya Salazar, gerente general de EPM, indicó que la deuda incluye $700.000 millones correspondientes a subsidios para los estratos 1, 2 y 3, y un billón de pesos por concepto de la opción tarifaria. Ante esta situación, advirtió que, de no recibir los pagos pendientes, podrían tomarse decisiones drásticas a partir de marzo de 2025, incluyendo posibles racionamientos en el servicio.
El Ministerio de Minas y Energía ha informado que, hasta la fecha, se han pagado $2,91 billones en subsidios de energía y $485.000 millones en subsidios de gas para los estratos beneficiados. No obstante, Asocodis señala que la deuda acumulada por subsidios no pagados alcanza los $2,7 billones, lo que pone en riesgo la sostenibilidad financiera de las empresas distribuidoras de energía.
La falta de pago de estos subsidios podría tener implicaciones directas para los usuarios, como incrementos en las facturas de energía y posibles interrupciones en el servicio. Además, las empresas del sector enfrentan una crisis financiera que podría afectar su operación y capacidad de inversión en infraestructura.
Es imperativo que se busquen soluciones integrales para garantizar la continuidad del suministro eléctrico y la sostenibilidad financiera de las empresas prestadoras del servicio, asegurando así el bienestar de los usuarios y la estabilidad del sector energético en Colombia.