En un nuevo episodio de confrontación diplomática, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, advirtió este domingo que su gobierno tomará acciones sobre el Canal de Panamá, sugiriendo que podría “recuperarlo” si la situación no cambia. “Algo muy gordo va a pasar”, aseguró el mandatario en declaraciones a periodistas mientras abordaba su avión de regreso a Washington, tras pasar el fin de semana en su residencia privada de Mar-a-Lago, Florida.
Trump reiteró su denuncia de que China está gestionando el Canal de Panamá, afirmación que ha sido desmentida en múltiples ocasiones por el gobierno panameño. “Nunca fue dado a los chinos, sino tontamente a los panameños”, dijo el presidente estadounidense, cuestionando los términos del tratado que permitió la entrega de la vía interoceánica.
El presidente de Panamá, José Raúl Mulino, rechazó inmediatamente las declaraciones de Trump y reafirmó que el canal es “completamente soberano y operado por Panamá”, sin injerencia de ninguna otra nación. “El Canal sigue funcionando bajo nuestra jurisdicción y para el beneficio de Panamá y del comercio global”, afirmó tras una reunión con el secretario de Estado de EE.UU., Marco Rubio.
Las declaraciones de Trump ocurrieron justo cuando su secretario de Estado, Marco Rubio, se encontraba en una visita oficial a Panamá, donde sostuvo reuniones con el presidente Mulino y la Autoridad del Canal de Panamá (ACP). Según fuentes diplomáticas, el funcionario estadounidense expresó su descontento por la falta de “prioridad” en el tránsito de buques norteamericanos a través de la vía interoceánica, lo que ha generado preocupación en Washington.
En un comunicado, el Departamento de Estado señaló que Rubio presionó a las autoridades panameñas para que garanticen un trato preferencial a los barcos estadounidenses en el tráfico del Canal. Como respuesta, la ACP habría prometido optimizar la prioridad en el tránsito de buques de EE.UU., lo que representa un primer acuerdo en medio de la creciente tensión entre ambos países.
El mandatario estadounidense insistió en que Panamá está “violando los tratados” y cuestionó los Acuerdos Torrijos-Carter, firmados el 7 de septiembre de 1977 por el expresidente panameño Omar Torrijos y el entonces presidente de EE.UU., Jimmy Carter. Dichos acuerdos establecieron la transferencia progresiva del Canal a Panamá y el retiro definitivo de las fuerzas estadounidenses el 31 de diciembre del año 1999.
Trump ha sido un crítico constante de la entrega del Canal y ha sostenido que su país debería tener mayor control sobre su operación, en especial ante la creciente presencia de China en el comercio global. Su gobierno ha manifestado preocupaciones sobre la influencia de empresas chinas en Panamá, en particular en el sector portuario y logístico.
Las palabras del presidente estadounidense han generado incertidumbre en la región y entre los principales actores del comercio marítimo internacional. El Canal de Panamá es una de las rutas estratégicas más importantes del mundo, por donde transita aproximadamente el 6% del comercio global y que ha sido clave para la economía panameña desde su transferencia en 1999.
Expertos advierten que cualquier intento de intervención por parte de Estados Unidos podría generar un conflicto diplomático de gran escala, además de afectar las relaciones comerciales con otros países que dependen del tránsito por el Canal, incluidas potencias como China y la Unión Europea.
Por el momento, no está claro qué medidas podría tomar el gobierno de Trump para ejercer presión sobre Panamá, pero la posibilidad de sanciones económicas o incluso restricciones comerciales no están descartadas, dado el tono desafiante del mandatario.