En su primera intervención ante el Congreso desde que asumió nuevamente la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump arremetió contra una serie de programas de financiamiento que su gobierno considera innecesarios. Entre ellos, destacó una inversión de 60 millones de dólares destinada al empoderamiento de comunidades indígenas y afrocolombianas, cuestionando su utilidad y asegurando que su administración pondrá fin a este tipo de gastos.
“¡60 millones de dólares! ¿Para qué? ¡Nadie sabe!,” exclamó Trump ante los legisladores, mientras presentaba una lista de programas que, según él, representan un despilfarro de los fondos públicos estadounidenses.
El mandatario también mencionó otras iniciativas de financiamiento que piensa eliminar, incluyendo recursos para proyectos de inclusión social en Asia y África, programas educativos y hasta iniciativas de salud pública. Para Trump, estos programas son “estafas” y deben ser eliminados en favor de una política de austeridad enfocada en reducir la inflación y la deuda del país.
Como parte de esta estrategia, el presidente anunció la creación del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), dirigido por el magnate tecnológico Elon Musk. Esta entidad se encargará de auditar y recortar los programas de ayuda internacional, lo que, según Trump, permitirá redirigir recursos a necesidades internas de Estados Unidos.
Las declaraciones de Trump han generado diversas reacciones en Colombia, especialmente entre sectores que trabajan por la inclusión social y el desarrollo de comunidades afrodescendientes e indígenas. Aunque el programa en cuestión no fue detallado, se sabe que Estados Unidos ha financiado en el pasado proyectos de fortalecimiento comunitario en la región pacífica, el Chocó y otras zonas donde estas comunidades han sido históricamente marginadas. Estos programas han contado con el apoyo de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), entidad que fue desmantelada bajo la nueva administración de Trump.