En respuesta al aumento de la violencia en el departamento de Arauca, el Ejército Nacional activó la Fuerza de Despliegue Rápido N.° 8 (FUDRA 8), una unidad élite conformada por más de 1.700 soldados con entrenamiento especializado para combatir a los grupos armados que operan en la región.
Esta nueva unidad contará con tres batallones de despliegue rápido y uno más de reconocimiento y acción directa, con capacidades en operaciones especiales, asalto aéreo, lucha contra el narcotráfico, la extorsión, el secuestro, desminado militar y control del territorio. Asimismo, dispondrá de un componente de inteligencia militar y aeronaves tripuladas y no tripuladas para el desarrollo de operaciones estratégicas.
El despliegue de la FUDRA 8 tendrá como objetivo ejercer control institucional sobre los siete municipios del departamento, priorizando la protección de la población civil y la defensa de la infraestructura crítica como puentes, vías, oleoductos y torres eléctricas. También se enfocará en la persecución de cabecillas del Frente de Guerra Oriental del ELN y de las estructuras 10, 28 y 45 de las disidencias de las FARC.
La llegada de esta unidad se da en un contexto de creciente tensión en Arauca. Solo en los primeros meses del año se han reportado homicidios, secuestros, desapariciones forzadas y enfrentamientos entre grupos armados. Según la Defensoría del Pueblo, al menos once veredas del municipio de Tame han estado bajo confinamiento, lo que ha afectado a centenares de familias rurales.
La violencia ha paralizado actividades económicas y ha provocado desplazamientos internos, mientras persiste la preocupación por la seguridad de comunidades campesinas e indígenas. Ante este panorama, la activación de la FUDRA 8 busca reforzar la presencia institucional y recuperar la tranquilidad en un territorio marcado por la persistencia del conflicto armado.
El coronel David Felipe Ciro Patiño estará al frente de esta nueva unidad. El oficial, con más de 25 años de experiencia en el Ejército Nacional, ha desempeñado cargos clave en Arauca, Cauca y Tolima, y conoce de cerca las dinámicas del conflicto en el oriente colombiano.
Con este nuevo despliegue, las autoridades esperan contener la escalada de violencia y abrir camino para una mayor estabilidad en la región.