Andrés Manuel López Obrador ha dinamitado el nuevo aeropuerto de México. El presidente electo ha truncado el futuro de una faraónica obra de su antecesor, Enrique Peña Nieto. El líder del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), sin embargo, no ha decidido solo cancelar una obra que supera los 13.000 millones de dólares, uno de los proyectos de infraestructura más ambiciosos de América Latina.
Prefirió trasladar el costo a una polémica consulta ciudadana que duró cuatro días. La noche de este domingo —los resultados definitivos se darán a conocer la mañana de este lunes por el propio López Obrador— adelantaba el golpe al aeródromo proyectado en el municipio de Texcoco (Estado de México) y apunta a la construcción de dos pistas en la base militar de Santa Lucía, difundió EL PAÍS.
Más de un millón de personas, menos del 1% de la población del país, acudió a las casillas a emitir su voto después de semanas de intenso debate. Tras cuatro jornadas, el 70% de los participantes (748.335 votos), se inclinó por la primera opción: reacondicionar el actual aeropuerto de Ciudad de México y el de Toluca (Estado de México), además de abrir la base aérea, a 50 kilómetros de la capital mexicana. Solo el 29% de los consultados, 311.132 personas, avalaron el proyecto presentado en 2014 y diseñado por los arquitectos Normal Foster y Fernando Romero, que tiene cerca del 30% de avance en su construcción. Ciudad de México que la urbe que más participó con 239.000 sufragios.
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La consulta marca un antes y un después en el mandato de López Obrador. El triunfo de Santa Lucía ha provocado una caída del peso de 1,3% en los mercados asiáticos en las primeras horas del lunes y a la espera de que las bolsas en América inicien sus operaciones. Las cámaras empresariales piden recapacitar al presidente electo en el mensaje que dará por la mañana. “Esperamos racionalidad… Estamos convencidos que el único proyecto que tiene los estudios suficientes para garantizar su viabilidad es el que se está construyendo”, ha dicho esta noche en una conferencia de prensa Gustavo de hoyos, de la Confederación Patronal de la República (Coparmex). Los empresarios han presumido un “amplio consenso” en favor de Texcoco y han adelantado que podrían emprender acciones legales para que “prive el Estado de derecho”. Los integrantes de la patronal aseguran que la consulta no fue “legal ni legítima”.
Jesús Ramírez, el vocero de López Obrador, ha afirmado que se garantizarán los derechos y los contratos “establecidos en la obra actual” y que no se verá afectado ningún interés económico. La decisión fue comunicada en una rueda de prensa por Enrique Calderón Alzati, presidente de la Fundación Arturo Rosenbleuth, organizadora de la consulta.