El sexto ciclo de negociaciones entre el gobierno colombiano y el Ejército de Liberación Nacional (ELN) llega a su fin este lunes 5 de febrero, después de una tregua de seis meses que expiró el 29 de enero. Ante la dificultad de alcanzar un acuerdo renovado, las partes acordaron una prórroga de siete días, poniendo el proceso de paz en un punto crítico.
Se anticipan anuncios importantes sobre el futuro del cese al fuego. La falta de un nuevo acuerdo, ya sea definitivo o temporal, amenaza con reanudar las hostilidades. Este escenario no solo elevaría el riesgo de confrontaciones, sino que también representaría un revés para el proceso de paz, ya sometido a escrutinio por cuestionamientos sobre la auténtica disposición del ELN hacia la paz, especialmente tras eventos controvertidos como el secuestro del padre del reconocido futbolista Luis Díaz.
La situación actual evidencia los retos de negociar un acuerdo de paz en medio del conflicto armado con el ELN, destacando la importancia crítica de las decisiones que se tomarán al concluir este ciclo de diálogos. Las expectativas están puestas en el anuncio de medidas que puedan sostener o incluso avanzar el esfuerzo de paz en Colombia, en un momento donde la continuidad del proceso parece colgar de un hilo.