La Superintendencia de Salud decidió intervenir la Entidad Promotora de Salud más grande del país: EPS Sanitas, la cual tiene 5 millones 700 mil afiliados. La decisión del gobierno generó incertidumbre, sin embargo, anoche el superintendente Luis Carlos Leal y el ministro Guillermo Alfonso Jaramillo, aseguraron que la medida no tendrá incidencia en la prestación de los servicios.
La medida indica que se tomaron “bienes, haberes y negocios” de la empresa por supuestos incumplimientos financieros y no tener el patrimonio y reservas requeridas. Sumado a ello, tenía un número significativo de quejas.
Superintendente de Salud, Luis Carlos Leal
Después de conocerse la decisión, diversos sectores reaccionaron, entre ellos varios congresistas, quienes consideraron que la intervención es una respuesta del gobierno como “venganza” porque el proyecto de reforma a la Salud está al borde del hundimiento por el rechazo de la mayoría de los senadores de la comisión séptima.
Representante a la cámara, Andrés Forero
Similar posición expresó el representante a la Cámara Julio César Triana, quien cuestionó que se tomen decisiones, según él, motivadas por lo que pase en el Legislativo.
Congresista, Julio César Triana
Y precisamente sobre la virtual derrota del gobierno en el Congreso, hoy se espera que se voten los impedimentos en la comisión séptima de Senado y posiblemente la ponencia de archivo que tiene el respaldo con sus firmas de ocho senadores de los 14 que integran esa célula legislativa. Al tener mayoría esa propuesta, el proyecto se hundiría, sin embargo, hay que esperar si se procede a definir los impedimentos de manera sencilla o si se frenará la discusión por las recusaciones que hay no solo contra los congresistas que deben votar, sino también contra los integrantes de la Comisión de Ética, es decir, los que eventualmente decidirían las primeras recusaciones.