El Ejército Nacional de Colombia anunció el viernes 1 de noviembre una importante reestructuración en sus operaciones militares, que incluye la disolución de la Fuerza de Tarea Quirón, una unidad clave en la lucha contra los grupos armados ilegales en los departamentos de Arauca y Casanare. Esta decisión responde a un replanteamiento estratégico con el objetivo de optimizar recursos y fortalecer la seguridad en una región históricamente afectada por el conflicto armado.
La Fuerza de Tarea Quirón, creada hace más de una década, había sido responsable de operaciones cruciales en la zona oriental del país, donde enfrenta la presencia de grupos como el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y disidencias de las FARC. Con la disolución de esta fuerza, el mando militar anunció que la Octava División del Ejército asumirá directamente las operaciones en Arauca y Casanare, reconfigurando su estructura para enfrentar de manera más ágil y eficiente los desafíos de seguridad en estos territorios.
El general Juan Carlos Correa, comandante de la Octava División, explicó que la nueva estrategia permitirá una mayor coordinación con las autoridades locales y regionales, así como una gestión más efectiva de los recursos humanos y logísticos. Según Correa, esta reestructuración también incluye un incremento en la presencia de tropas en zonas rurales, con el fin de proteger a la población civil y debilitar el control territorial que grupos armados ilegales han intentado establecer en algunas áreas.
Para los habitantes de Arauca y Casanare, esta noticia genera expectativas de una mejor respuesta a los problemas de seguridad que han afectado sus comunidades, especialmente en temas de extorsión y desplazamiento forzado. Organizaciones de derechos humanos en la región, sin embargo, han expresado su preocupación sobre el impacto que pueda tener esta medida en la protección de los derechos civiles y han solicitado que se garantice un enfoque de seguridad que respete la integridad de las comunidades locales.
El Ministerio de Defensa destacó que esta reestructuración forma parte de la política de “Paz Total” del gobierno, que busca un enfoque integral en la solución del conflicto armado. La idea es que, con esta reconfiguración, las operaciones en Arauca y Casanare no solo sean más eficientes, sino también estén alineadas con los esfuerzos del gobierno por encontrar soluciones negociadas con los grupos armados ilegales.