Un informe realizado por Colombia Fintech, en colaboración con ANIF, revela que la tasa de usura, que establece el interés máximo que los bancos pueden cobrar por créditos de consumo, ha generado una mayor exclusión financiera en el país. Según el estudio, esta medida ha empujado a miles de colombianos, especialmente aquellos de bajos ingresos, hacia esquemas de financiación informales como el “gota a gota”, donde se pagan intereses de hasta el 360%.
El informe destaca que casi cuatro de cada diez colombianos de bajos ingresos recurren a prestamistas informales debido a las barreras para acceder a créditos formales. A medida que disminuyen los ingresos de los hogares, la dependencia de fuentes informales como familiares, amigos y prestamistas ilegales aumenta considerablemente.
El endeudamiento promedio de los hogares colombianos es de 10.3 millones de pesos, de los cuales los bancos financian el 34%, mientras que familiares y amigos aportan el 15.4% y el “gota a gota” representa un preocupante 12%. Este último segmento equivale a un endeudamiento promedio de 1.3 millones de pesos por hogar, evidenciando la magnitud del problema.
David Vélez, fundador y CEO de Nubank, señaló que “la tasa de usura, aunque creada con buenas intenciones, termina perjudicando a quienes busca proteger, obligándolos a recurrir a esquemas informales con intereses exorbitantes”. Gabriel Santos, presidente de Colombia Fintech, comparte esta visión y enfatizó la necesidad de revisar esta política pública.
El informe también subraya que la reciente reducción de la tasa de usura ha impactado negativamente el crecimiento de la cartera de crédito de consumo y microcrédito, limitando aún más las opciones para los sectores más vulnerables. Ante esta situación, expertos llaman a replantear el modelo de regulación para garantizar que más colombianos puedan acceder al sistema financiero formal y reducir la dependencia de fuentes informales de financiación.