Este domingo 7 de abril, la Iglesia Católica y la Defensoría del Pueblo recibieron en una zona rural del municipio de Tame, Arauca, a los cinco ganaderos de Paz de Ariporo, Casanare, que habían sido secuestrados por el ELN desde el pasado 27 de marzo. La entrega se realizó tras 11 días de cautiverio y fue confirmada mediante un comunicado del grupo armado, que había asumido públicamente la retención a través de un panfleto difundido en días anteriores.
Las víctimas liberadas son Betuel Barrera Sandoval, Leonín Barrera Sandoval, Adorán Barrera Sandoval, Emilio Cristancho Tarache y Leander Antonio Salamanca Peroza. En su mensaje, el grupo armado volvió a justificar el secuestro con acusaciones no verificadas contra los ciudadanos, al tiempo que lanzó señalamientos políticos que han sido rechazados por líderes regionales.
Sin embargo, el momento de su liberación estuvo marcado por la emoción, la gratitud y el alivio. En declaraciones exclusivas para el medio regional Pauto Noticias, los cinco ganaderos agradecieron a Dios, a la Virgen de Manare, a sus familias y a la ciudadanía que se movilizó durante los días de su desaparición.
Uno de los testimonios con más detalles fue el de Emilio Cristancho, quien narró con voz entrecortada el drama del secuestro.
Emilio Cristancho
Por su parte, Leander Antonio Salamanca expresó: “Estoy sin palabras, solo agradecido con Dios, con mi familia y con todo el pueblo de Paz de Ariporo”. Adorán Barrera también tuvo palabras de gratitud: “Gracias a Colombia, a mi familia y a quienes oraron por nosotros.”.
Leander Antonio Salamanca
Adorán Barrera
Betuel Barrera mencionó al agradecer: “Dios les ha de bendecir grandemente. Gracias por las oraciones, por las marchas y por no olvidarnos”. Mientras que Leonín Barrera señaló con emoción: “La alegría más grande de mi vida es volver a mi pueblo, ver a mis hijos, estar con mi familia”.
Betuel Barrera
Leonín Barrera
Los cinco hombres fueron trasladados de inmediato a sus hogares, donde se reencontraron con sus seres queridos. Las autoridades aún no han emitido un pronunciamiento oficial sobre el operativo humanitario.
Este caso, que generó conmoción en Casanare y movilizaciones en todo el país, vuelve a poner sobre la mesa las profundas afectaciones que la presencia de grupos armados ilegales sigue causando en las regiones fronterizas. La comunidad espera que, más allá de la alegría por el regreso, se activen mecanismos eficaces de prevención y protección para evitar que hechos como este se repitan.