El Índice de Desempeño Ambiental mide qué tan efectivos están siendo 180 países en políticas ambientales. Este año Colombia ascendió 15 puestos en el escalafón con respecto a 2016. Suiza es el de mejor desempeño.
En 2008, Colombia ocupaba el noveno puesto en el Índice de Desempeño Ambiental (EPI, por sus siglas en inglés) elaborado por la Universidad de Yale. En 2014, el país cayó 75 puestos, hasta la casilla 85, debido a un cambio en la estrategia de medición. En 2016 mejoró y ascendió a la casilla 57, y en la última versión, presentada esta semana en el Foro de Davos, subió al puesto 42.
El índice evalúa a 180 países en 24 indicadores de desempeño clasificados en diez categorías de temas que cubren desde la salud ambiental hasta la vitalidad de los ecosistemas. El líder del mundo es Suiza, gracias a su sólido desempeño en la mayoría de indicadores, pero especialmente en calidad del aire y protección ambiental. En el fondo de la tabla aparecen India y Bangladés.
“En general, los altos puntajes exhiben compromisos de larga data para proteger la salud pública, preservar los recursos naturales y desacoplar las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) de la actividad económica”, explicaron en el informe los responsables del ranquin.
Colombia se destaca en la salud de sus pesquerías (ocupó el segundo lugar en esta categoría), biodiversidad y recursos hídricos. Los puntos más débiles son agricultura (puesto 162) y energía (puesto 85).
En términos generales, para los creadores del índice, la calidad del aire sigue siendo la principal amenaza ambiental para la salud pública en el mundo. En 2016, el Instituto de Métricas y Evaluación de la Salud estimó que las enfermedades relacionadas con los contaminantes transportados por el aire contribuyeron a dos tercios de los años de vida perdidos por muertes y discapacidades relacionadas con el medio ambiente.
El informe resaltó los avances en la protección de los biomas marinos y terrestres, superando el objetivo internacional de protección marina en 2014, además de que la mayoría de los países mejoraron la intensidad de las emisiones de GEI en los últimos diez años. Tres quintas partes de los países evaluados muestran una reducción en su intensidad de CO2. “Estas tendencias son prometedoras, pero deben acelerarse para cumplir los ambiciosos objetivos del Acuerdo Climático de París 2015”, aclararon.
Los datos acumulados por la Universidad de Yale a lo largo de 20 años, desde la creación del índice, revelan “una tensión entre dos dimensiones fundamentales del desarrollo sostenible: salud ambiental, que aumenta con el crecimiento económico y la prosperidad, y vitalidad del ecosistema, que sufre la industrialización y la urbanización. El buen gobierno emerge como el factor crítico requerido para equilibrar estas distintas dimensiones de la sostenibilidad”.
Fuente: Prensa Nacional.