La Diócesis de Arauca fue notificada sobre su inclusión al proceso de reparación colectiva luego de los hechos violentos del cual fueron víctimas varios padres; entre ellos el asesinato de Monseñor Jesús Emilio Jaramillo y el padre Raúl Cuervo. Así lo confirmó a Toledar Noticias, Saniel Peñaranda, director territorial para Norte de Santander y Arauca de la Unidad de Víctimas.
“Hasta ahora se empieza con este proceso de reparación. Nos remontamos a los años fuertes en Arauca donde la Diócesis fue afectada por el conflicto y un hecho que marcó la historia fue el asesinato de Monseñor Jesús Emilio Jaramillo el pasado 2 de octubre de 1989 por el frente Domingo Laín Sáenz. Luego de eso se vinieron una serie de represalias contra la acción pastoral de la Iglesia y de prohibición de celebrar actos religiosos, pero a pesar de ello la Iglesia no salió”, dijo.
La firma de esta notificación se llevó frente a la tumba del padre Jaramillo de la Catedral Santa Bárbara y allí Monseñor Jaime Muñoz Pedroza plasmó su firma junto a otros presbíteros para dar por hecho la inclusión de la Diócesis de Arauca a un proceso de reparación colectiva.
Luego de esto, funcionarios de la Unidad de Víctimas se reunirán con los sacerdotes para socializar en qué consiste el proceso de reparación de modo que se pueda construir el plan integral de reparación.
“Cuando un sujeto es notificado generalmente el plazo para ejecutar el plazo es de tres años, pero hay que construirlo en conjunto para ver el daño que causó el conflicto armado y ver que medidas de reparación se crearán de modo que tengan nexo casual de acuerdo al daño”, puntualizó.
El Vicario general, José María Bolívar, resaltó lo significativo de este acto que trae tranquilidad a la Iglesia en el departamento de Arauca por la dignificación de los padres que fueron víctimas de la violencia.
Por último, una vez que sea construido el plan integral de reparación, este será llevado a un comité municipal o departamental de Justicia transicional para ser expuesto y luego someterse a la aprobación y de ser así, se contará con tres años para ejecutarlo.
Cabe destacar, que este hecho de reparación a la Diócesis de Arauca es el primer sujeto de reparación colectiva no étnico que ha sido incluido para la región araucana.