Hay una velocidad en nuestro Universo que es la velocidad máxima para todo, que tiene un valor: 300,000 kilómetros por segundo”, puntualizó el físico teórico británico Jim al Khalili cuando le consultamos sobre la posibilidad de que algo pueda viajar más rápido que la luz.
“Nada puede ir más rápido porque esa es la velocidad del tejido mismo del espacio-tiempo“, respondió.
“Y resulta que la luz viaja a esa velocidad. Entonces, no es que la luz sea especial en este sentido, es la velocidad misma la que es especial en nuestro Universo. Puede haber otros universos en los que la velocidad máxima es diferente”.
Pero, ¿por qué hay límite de velocidad?
“Eso nos lleva a la teoría de relatividad especial de Albert Einstein, de 1905, la cual señala que la velocidad de la luz es lo que conecta el tiempo con el espacio“, señaló.
Y explicó: “Isaac Newton había dicho que el tiempo y el espacio eran independientes; Einstein dijo: ‘No, el tiempo y el espacio están íntimamente conectados y lo que los une es la velocidad de la luz de formas que uno puede ver’”.
¿Ver?
“Si tratas de viajar a una velocidad más cercana a la de la luz que sea posible, suceden cosas extrañas”.
Para entender esas cosas extrañas que suceden, el cosmólogo Andrew Pontzen nos invitó a viajar con él en su Tren de Pensamiento.
“Imagínate que estás viajando en un tren y tiras una bola en el vagón. La observas moviéndose y te parece que va a la misma velocidad que siempre que tiras una bola, que en mi caso es lento, pero tú puedes ser mejor tirando bolas”, dice.
“Ahora supón que alguien está parado afuera del tren, en la plataforma de una estación en la que tu tren no se detiene, y esa persona también ve la bola”, continúa.
“Esa persona verá la bola moviéndose a la velocidad en la que el tren viaja más la velocidad con que la tiraste, pues obviamente los dos movimientos están ocurriendo al mismo tiempo”.
Todo eso suena muy normal. Pero los problemas empiezan cuando aceleras la velocidad del tren.
Cuanto más te acercas a la velocidad de la luz, la bola deja de viajar a la velocidad del tren más a la velocidad que la tiraste.
Es como si algo no le permitiera ir más rápido.
“Incluso si vas un poco más lento que la velocidad de la luz -que es más realista para un tren- y le haces seguimiento a la bola, sigue siendo cierto que ya no tendrás la velocidad original más un poco más: la bola a duras penas se acelera a medida que se va acercando a la velocidad de la luz”, agrega.
“Es muy extraño y todo tiene que ver con la distorsión del tiempo-espacio”, comenta el cosmólogo.
Aún más extraño…
…es que cuanto más cerca está de alcanzar la velocidad de la luz, nuestro tren se empieza a aplastar.
“Desde fuera, el tren, viajando a esa velocidad, parecerá que se va aplastando y volviéndose diminuto en la dirección en la que se está moviendo“.
“Al mismo tiempo parecerá que la masa está aumentando, más y más. Esa es otra manera de responder por qué no puedes ir más rápido que la velocidad de la luz: la masa crece y eso hace que cada vez sea más difícil que el tren se mueva más rápido”.
Y eso esta expresado en la extensión de una ecuación que probablemente te es familiar: E=mc²