La petrolera podría verse afectada al dejar de producir 400.000 barriles por día, procedentes de sus tres principales campos. A esto se suma la parálisis en el oleoducto Caño Limón – Coveñas.
En las seis semanas que van del 2018, la operación de Ecopetrol ha registrado pérdidas millonarias debido a los saboteos en los más representativos campos de producción, así como a los atentados a su infraestructura de transporte.
Solo el fin de semana pasado, en la madrugada del domingo 11 de febrero, la petrolera colombiana denunció que “se recrudecieron los sabotajes y actos vandálicos contra trabajadores directos y contratistas, y la infraestructura” de la empresa en los municipios de Acacías y Castilla La Nueva, en el departamento del Meta.
SUSPENSIÓN DE LA OPERACIÓN
Como resultado, por más de 24 horas se suspendieron todas las actividades en tres campos de producción (Castilla, Chichimene y CPO-09), considerados la joya de la corona para Ecopetrol en cuanto a volumen, ya que se dejaron de bombear más de 200.000 barriles/día.
En consecuencia de estas acciones y en desarrollo de los protocolos de seguridad, Ecopetrol se vio obligada a apagar la totalidad de los pozos y suspender las operaciones en las estaciones ubicadas en dichos municipios. “Fueron apagados 800 pozos en esos tres campos”, señaló un vocero de la compañía, quien afirmó que “a partir de hoy (ayer) empezó a recuperarse la producción, pero para estar al 100% faltan un par de días, y eso si no hay más vandalismo”.
El vicepresidente de Orinoquía de Ecopetrol, José Cotello, calculó que al dejarse de producir la tercera parte del crudo de la compañía, las perdidas superaron los $60.000 millones.
“Es un estimativo inicial, incluidos los 200.000 barriles, y mientras se recupera y normaliza el bombeo de Castilla, Chichimene y CPO-09, la cifra puede llegar a los 400.000 barriles”, precisó el vocero de la petrolera colombiana.
Portafolio confirmó con Ecopetrol que, al cierre de esta edición se presentaron nuevos actos de saboteo en los citados campos, con la quema de maquinaria.
CAÑO LIMÓN – COVEÑAS, EN JAQUE
Pero a las pérdidas económicas que dejaron los actos vandálicos en esos tres campos de producción del Meta se suma los atentados a la infraestructura de transporte por parte del ELN en Arauca y Casanare.
Después de dos semanas de ocurridos los hechos, la petrolera opera a media marcha para sacar el crudo de los campos de Caño Limón y Cusiana.
“El oleoducto Caño Limón – Coveñas sigue parado. Hay al menos 10 puntos por revisar ante posibles atentados o por la presencia de válvulas ilícitas”, indicó el vocero de Ecopetrol.
Agregó que por la situación, solo se pueden sacar 50.000 barriles “por otros sistemas”.
En lo corrido del año se contabilizan nueve atentados contra el oleoducto, que han dejado seis abolladuras y tres roturas, así mismo, se han encontrado cinco válvulas ilícitas instaladas para el hurto de crudo.
La circulación de combustible por el oleoducto Caño Limón – Coveñas está suspendido desde pasado 10 de enero –es decir hace 32 días– poco después de haber terminado el cese al fuego bilateral con el ELN.
En los últimos 30 años, este sistema de transporte, que saca el crudo de los campos de Arauca, ha sido objeto de 1.500 atentados, lo que ha generado 3,7 millones de barriles derramados.
Y desde 1986, año en que se intensificaron los ataques por parte de la guerrilla, el oleoducto Caño Limón – Coveñas ha estado fuera de servicio el equivalente a 10 años de operación