Esta fue la expresión de Edwin Benitez Alvarado un taxista araucano tras sufrir un intento de atraco y homicidio por cuenta de un pasajero venezolano que recogió en el centro de la ciudad de Arauca el pasado sábado en horas de la mañana. El hombre venezolano fue identificado como José Francisco Armada.
Según lo relatado por Edwin a Noticias 1170, eran las 9:20 de la mañana del sábado 3 de febrero cuando recogió a un hombre en la calle 19 con 23 y que le pidió lo llevara al paso de las canoas. Cerca del lugar, el hombre pasajero le pide que estaciones detrás de la DIAN. Allí el sujeto le quitó el dinero producido en el día, a lo que Edwin reaccionó en estado de alerta. El sujeto al sentirse amenazado sacó un arma de fuego y le apuntó a la sien.
Seguidamente, el hombre huyó con el dinero, pero valientemente Edwin lo siguió de forma prevenida, hasta que el ladrón se dio cuenta y con su arma disparó en dos ocasiones hacia atrás. Milagrosamente, no acertó y siguió corriendo. Ya en el sector del Malecón, un hombre le propinó dos patadas al ladrón y este cayó de forma estrepitosa, soltando el arma, la cual se perdió en el sitio.
En medio de la disputa por parte de canoeros y areneros para golpearlo o dejarlo ir, el ladrón aprovechó para huir, pero a pesar de los disparos que hizo uno de los policías para que dejara de correr, este logró lanzarse al río.
Edwin relató que la policía pidió la colaboración a los canoeros de sacarlo, pero al hacerlo lo pasaron al lado venezolano, pero al ver esto volvío a su vehículo para asegurarlo y posteriormente le pagó a un canoero para que lo pasara y allí habló con un militar venezolano quienes mantenían al sujeto en el piso y esposado.
“Yo le expliqué mi situación a los militares y me dijo que me entendía pero que no podía pasarlo de nuevo porque no había cometido delito en ese país. Insistí y la misma comunidad venezolana exigieron que lo devolvieran a Colombia para que pagara por su delito, porque por culpa de esas personas que vienen a trabajar honradamente pagaban el precio del rechazo generalizado hacia ellos. Los militares accedieron a entregarlo siempre y cuando viniera la Armada y se lo llevaran, pero llamé a la Policía pero nunca llegaron”, dijo.
Edwin contó que luego llegó otro militar de mayor rango, quien le dijo que podía pasar al capturado pero solo por el puente internacional José Antonio Páez. Esta situación lo motivó a devolverse a Arauca e ir con el cuadrante hasta el puente, pero esperaron por más de dos horas y el militar no llegó con el capturado.
Horas después, Edwin recibió una llamada por parte de un patrullero de la Policía en el que le decían: “debe formalizar la denuncia y en el que caso de que lo pasaran, lo más probable es que saliera libre porque por el monto robado no daba para un castigo mayor”
“Tristeza”, fue el sentimiento descrito por Edwin al saber que la justicia colombiana no actuó en favor de él, pero alerta a sus colegas taxistas a ser precavidos a la hora de prestar sus servicios.
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