La Asociación Municipal de Juntas de Acción Comunal del municipio de Tame se pronunció en rechazo a hechos ocurridos, denunciados y que deben ser objeto de investigación por parte de los entes competentes, en contra de líderes, defensores de los derechos humanos y población civil que se han venido presentando en el departamento de Arauca.
La agremiación comunal hace énfasis en sucesos violentos ocurridos en el municipio de Tame, violando el derecho a la vida y el Derecho Internacional Humanitario, como el sicariato contra el ciudadano Higinio Bastos Marín, asesinado el pasado martes a plena luz del día en la estación de servicio Santander de la cuna de la libertad.
La asociación destacó que la víctima era miembro activo en condición de afiliado al Organismo de Acción Comunal, campesino y líder del municipio de Tame, y para el período 2008 – 2012 ejerció el cargo de presidente de la junta de acción comunal del centro poblado Puente Tabla en la vereda Bajo Cusay II del municipio de Tame.
“Repudiamos este acto de violencia que genera dolor en las familias, así como también zozobra y temor en la población araucana. Hacemos un llamado a los actores armados para que, en ejercicio de las normas y principios del Derecho Internacional Humanitario, dejen a la población civil por fuera de sus acciones”, resalta el comunicado.
Exigieron a los órganos de justicia “adelantar las investigaciones necesarias para que se esclarezcan cada uno de los hechos que se vienen presentando en el territorio e hicieron “un llamado a la Defensoría del Pueblo y demás instituciones del Estado para que hagan seguimiento a las situaciones de vulneración de derechos humanos que se han venido presentando”.
También pidieron al Estado “las garantías y medidas de protección urgente para los dignatarios que hacen parte a las organizaciones de acción comunal presentes en el territorio y que salvaguarden sus vidas, generando intervención y protección para el desarrollo de las diferentes actividades de los comunales de Arauca”.
Otra petición fue de acompañamiento a organizaciones como la ONU, la OEA, las iglesias católicas y cristianas, al comité Internacional de la Cruz Roja, sociedad civil y demás instituciones, para unirse en torno a generar escenarios de diálogo y paz para el departamento.