La reciente decisión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de imponer aranceles del 25% a los productos mexicanos y canadienses, así como del 10% a los provenientes de China, ha generado incertidumbre en los mercados internacionales. Sin embargo, tras una conversación con la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, Washington decidió suspender la medida durante un mes para dar paso a negociaciones bilaterales.
El gobierno canadiense, encabezado por Justin Trudeau, no ha logrado un acuerdo similar. Hasta el momento, los aranceles sobre las importaciones de Canadá siguen en pie, lo que ha generado reacciones en Ottawa. Funcionarios canadienses han señalado que buscarán una salida diplomática, pero no descartan medidas en respuesta.
Por su parte, China ha calificado la decisión de Trump como una “provocación injustificada” y advirtió que tomará represalias si la Casa Blanca no reconsidera su postura. Pekín no ha especificado aún qué medidas tomará, pero analistas prevén ajustes en sus relaciones comerciales con Estados Unidos.
La decisión de suspender temporalmente los aranceles a México se percibe como un triunfo diplomático para el gobierno de Sheinbaum, que ha apostado por el diálogo para evitar una guerra comercial que afecte la economía mexicana. No obstante, la pausa de un mes no garantiza que la medida no se implemente en el futuro si las negociaciones no avanzan en los términos que exige Trump.
El panorama sigue en desarrollo y dependerá de las próximas semanas si estas tensiones comerciales se agravan o logran resolverse sin mayores consecuencias para las economías involucradas.