El reconocimiento fue entregado en un evento especial que contó con la presencia de las directivas, profesores y estudiantes de la UNAL, quienes se reunieron para presenciar la entrega de este título con el que la Institución exalta a personas eminentes cuya obra haya sido reconocida a nivel nacional o internacional, que se han destacado por su sabiduría y por prestar servicios y aportes valiosos a la ciencia, la técnica o la cultura.
Mediante la Resolución 072 de 2019, el Consejo Superior Universitario confirió en esta ocasión el Doctorado Honoris Causa a la profesora Adela Cortina, considerando su destacada y abundante producción académica en el campo de la ética y la moral, escenario desde donde ha realizado aportes significativos a la comprensión de la sociedad actual, resaltando la necesidad de recuperar valores como la justicia, la igualdad y la equidad como principios rectores para la construcción de instituciones y ciudadanías democráticas.
La encargada de entregar el título honorífico fue la profesora Dolly Montoya Castaño, rectora de la UNAL, quien manifestó que para ella y para la Institución es un honor presentar este reconocimiento a la docente, filósofa e investigadora española, por sus valiosos aportes a la academia y a la superación de la segregación, la desigualdad, la exclusión y la injusticia social.
“Comprender los fenómenos sociales complejos es condición de partida para transformarlos. La invención del concepto de aporofobia da cuenta de ello”, declaró la profesora Montoya haciendo referencia al concepto creado por la profesora Cortina para definir el rechazo al pobre en las sociedades actuales.
Consolidar la democracia y la paz
Destacada autora de obras como Aporofobia, el rechazo al pobre; Un desafío para la democracia; Ética mínima; Ética sin moral; Ética aplicada y democracia radical; Ciudadanos del mundo; Las fronteras de la persona; Justicia cordial, y ¿Para qué sirve realmente la ética?, la catedrática se ha consolidado como una autoridad en el campo de la ética.
Para la docente, recibir el Doctorado Honoris Causa en la UNAL representa una enorme alegría y un orgullo: “creo que lo más importante para los seres humanos es el reconocimiento de otros; que la UNAL me haga esta distinción es una subida de autoestima impresionante y me da muchas ganas para seguir trabajando todavía más en la misma línea que esta Institución, que efectivamente comparto el proyecto que lleva adelante”, dijo.
En esta ocasión, la filósofa aprovechó para compartir con los asistentes una disertación sobre la crisis actual que atraviesa la democracia en las últimas décadas y la necesidad de consolidarla como el camino más firme hacia la paz.
“Frente al capitalismo estadounidense de corte neoliberal, capaz de producir riqueza, pero con inequidad; frente al capitalismo comunista chino que se desentiende de los derechos humanos, Latinoamérica y la Unión Europea deberían, a mi juicio, apostar en serio por la economía social de mercado, por el crecimiento con equidad, que era ayer la clave de la justicia y la cohesión social”, reflexionó la académica.
Además señaló que para la construcción de la paz en países como Colombia lo más importante es reconocer a los demás como seres dotados de dignidad y vulnerables, que tienen que ser respetados y protegidos: “justicia y compasión son las dos claves para construir la paz”, aseguró.
Decisión concertada
Como explicó la rectora de la UNAL durante su intervención, el mayor reconocimiento académico que hace la Universidad no se entrega por voluntad de un individuo, sino que se trata de una elección producto de una decisión colegiada.
Según la profesora Carmen Alicia Cardozo, secretaria General de la UNAL, “el proceso sigue las pautas establecidas para otorgar distinciones en las normas de los estatutos de la Universidad: se inicia por las postulaciones que se hacen desde las facultades, a partir de las que hacen los profesores desde los departamentos”.
Dichas postulaciones llegan los consejos de las diferentes sedes de la universidad, desde donde se hace una propuesta al Consejo Académico, que estudia las hojas de vida de los docentes y se seleccionan los nombres que serán presentados al Consejo Superior Universitario, máxima autoridad de la Universidad, que decide finalmente quién será merecedor del reconocimiento Honoris Causa, que este año fue para la profesora Cortina.
Fuente: Agencia de Noticias Unal