Las fuerzas de seguridad keniatas pusieron fin este miércoles al ataque del grupo islamista somalí Al Shabab contra un complejo hotelero de Nairobi tras casi 20 horas de asedio y que dejó al menos 21 muertos.
El grupo Al Shabab afirmó el miércoles que el ataque fue una represalia por la decisión del presidente Donald Trump de trasladar la embajada estadounidense en Israel a Jerusalén, según el centro de vigilancia del yihadismo en línea SITE.
Según el comunicado obtenido por SITE, los atacantes organizaron el atentado por instrucciones del líder de Al Qaida, Ayman al Zawahiri.
El ataque fue perpetrado por cinco asaltantes y todos murieron, según el jefe de la policía keniata, Joseph Boinnet. “Uno fue el kamikaze que se hizo estallar, dos fueron abatidos esta noche y otros dos hoy (de madrugada)”, precisó el responsable.
El presidente Kenyatta dio cuenta de 14 muertos. El jefe de la policía anunció luego un balance de 21 muertos y precisó sus nacionalidades: 16 kenianos, un estadounidense, un británico y “tres personas de origen africano que todavía deben ser identificadas”.
“Más de 700 civiles fueron evacuados del complejo desde el comienzo del ataque hasta primeras horas de la mañana”, dijo Kenyatta.
Uno de los miembros del comando fue identificado y la casa en la que vivía en Ruaka, una localidad del norte de Nairobi, fue registrada el miércoles.
Dos sospechosos fueron detenidos, uno en el barrio de mayoría musulmana de Eastleigh, y el otro en Ruaka, anunció a la AFP el director de investigaciones criminales George Kinoti.
Boinnet añadió que se estaba rastreando el complejo y que equipos de desminado podían hacer estallar granadas que no habían explotado.
“Los artificieros van a detonar granadas que los terroristas dejaron”, explicó.
Allegados de las víctimas se congregaron el miércoles cerca de la morgue, pero no fueron autorizados a ver los cadáveres. “Mi hermana no está en ningún hospital y la última vez que hablamos, empezó de repente a llorar y gritar, y pude oír disparos”, declaró llorando una mujer llamada Njoki. “No tenemos ninguna duda, su cuerpo está aquí”.
Este asalto recuerda a los residentes de Nairobi el de 2013 contra el centro comercial Westgate, que causó 67 muertos tras cuatro días de asedio. La intervención de las fuerzas de seguridad fue entonces muy criticada.