En nuestro espacio de los viernes dedicado a los talentos musicales de nuestra tierra, tuvimos la oportunidad de conversar con Doña Oliva Socadagui, una matrona araucana que nos ha deleitado con su hermosa voz y la excelente interpretación de la guitarra.
Hija de una reconocida familia de música araucanos, Doña Oliva creció entre las voces y sonidos de guitarras y violines los cuales eran ejecutados por su señor padre y tíos: Don Victor Socadagui, David Socadagui, Carlos Socadagui y Benjamín Socadagui.
Doña Oliva, desde los 7 años se inició formalmente en aprender guitarra gracias a la dedicación por parte de su tío Carlos.
Contó Doña Oliva que en las fiestas familiares sus tíos la motivaban para acompañarlos a cantar y tocar la guitarra. “En cada encuentro familiar, estaba yo en el medio. Mi abuelo era muy exigente porque me pedía que cantara a la altura y tono del violín; y este era muy alto. Mi papá tocaba el clarinete, mis tíos David y Carlos tocaban la guitarra y Benjamín el violín”, dijo.
Para doña Oliva, las fiestas de antes eran amenizadas con música llanera y boleros, a la vez de que la comida era un manjar en donde predominaban las hallacas, la carne asada, el cerdo, entre otros.
Cuenta con tristeza, aquellas canciones que su señora madre le pedía a Doña Oliva para cantarle, entre ellas “La Negrita” y “Senderito de Amor”