El pasado domingo fue hallado descuartizado un oso de anteojos en la parte alta del municipio de Saravena, específicamente en playas del Bojabá rumbo a la Pavita, muy cerca de la comunidad indígena “Chivaraquía”. Esta situación ha generado la indignación de la comunidad y biólogos ambientalistas, ya que consideran este hecho como un vil atentado contra la fauna de la región.
En las fotografías se aprecia las partes que fueron descuartizadas como sus patas y cabeza. Al parecer, este oso habría sido cazado para vender sus pieles y garras dado su valor comercial.
El hecho que ha conmocionado a toda una comunidad, también ha prendido las alarmas por parte de las autoridades que tienen como objeto salvaguardar la fauna de la Orinoquia.
El biólogo Fernando Anzola, en diálogos con Meridiano 70, catalogó de grave e inaceptable el actuar de las personas que acabaron con la vida de este oso.
“Fue cazado para aprovecharse de sus pieles, pero infortunadamente están acabando con uno de los animales que se encuentran en peligro de extinción. Estos osos son característicos de los Andes Suramericanos, específicamente en lugares de páramo y es muy probable este halla sido traído de la Sierra Nevada del Cocoy”, aseveró Anzola.
Por su parte la bióloga Kelly Valencia de la Fundación Neotropical Cuencas, llamó la atención de las autoridades ante esta situación y pidió que se investigue hasta las últimas consecuencias quienes estarían detrás de la muerte de este oso de anteojos.
Condena y ejecución del oso de anteojos
En Colombia hay entre 5.000 y 8.000 osos de anteojos, de los cuales el 30 % desaparecería en los próximos 15 años, por la ignorancia y la irracionalidad de algunos humanos
El oso de anteojos es el único oso de América del Sur. Los hay en Venezuela, Colombia, Ecuador, Bolivia y Perú. Miden entre 1,20 y 2 metros y pesan entre 100 y 200 kilos. Cumplen un trascendental papel en la renovación de los bosques y como dispersores de semillas. Son omnívoros pero su alimentación básica es vegetal: bromelias, frutas, raíces, bayas, cortezas, hongos. Sólo un pequeño porcentaje de su dieta es de origen animal y según los expertos esa es la causa principal de su persecución y su muerte, cuando atacan ganado en busca de alimento y desatan la ira y la irreflexiva persecución de los propietarios. Además son carroñeros y la búsqueda de ese alimento hace que en ocasiones sean culpados y perseguidos injustamente como causantes de la muerte de animales, sin serlo.
Colombia está entre los países del mundo más ricos en biodiversidad pero, al mismo tiempo, es un país que mata animales. La pérdida de hábitat por deforestación, expansión agrícola mal planificada y actividades criminales en parques naturales amenaza al oso de anteojos y a muchas otras especies: jaguar, puma, ocelotes, gato pardo, tigrillos y oncillas.
Las cada vez más airadas y enérgicas protestas que suscitan en las redes sociales y en los medios de comunicación las muertes violentas de osos de anteojos son una señal positiva de que se rompe la indiferencia. En los últimos meses la Fiscalía General de la Nación imputó cargos a tres hombres, entre ellos un concejal, que mataron con arma de fuego un oso de anteojos de tres años de edad, en la vereda Córdoba, en Junín (Cundinamarca). Y otras cuatro personas fueron judicializadas por asesinar el oso de anteojos que atraparon con una trampa mecánica en el Parque Natural de Pisba en Boyacá.