Una comisión de la Fiscalía General de la Nación determinó que la emergencia ambiental causada por un derrame de crudo, en zona rural de Cúcuta, fue originada por un intento de hurto al oleoducto Caño Limón-Coveñas.
Tras una serie de inspecciones, la entidad detectó una perforación ilícita en un tramo de esta línea transferencia, que atraviesa la vereda Quebrada Seca, a cuatro kilómetros del área urbana de la capital nortesantandereana.
Esta afectación ocasionó la pérdida de contención del tubo y desató el vertimiento del combustible por un área de 200 metros cuadrados de capa vegetal.Un sobrevuelo en la zona afectada comprobó que la mancha no contaminó ningún cuerpo de agua.
“Ecopetrol rechaza la manipulación indebida de oleoductos y líneas de transporte de petróleo,esta acción delictiva genera un alto riesgo para la vida de las personas, las comunidades y afecta al medio ambiente, así como la normalidad de las operaciones de la industria”, indicó Ecopetrol en un comunicado
Ecopetrol activó un plan de contingencia e instaló un punto de control alternativo en un canal de escorrentía para realizar la contención y recuperación del hidrocarburo. Inicialmente, el ingreso al lugar de la emergencia se dificultó por la propagación de gases.
En lo corrido del año 2018, se han identificado y retirado un total de 68 válvulas ilícitas en el oleoducto, que han sido empleadas para hurtar de más de 127.630 barriles de petróleo