El portavoz de la Comandancia General del Ejército sirio, Ali Maihub, aseguró en un discurso televisado que gracias a sus unidades se “ha garantizado la seguridad de la capital, Damasco, y sus alrededores por completo”. Publica el Tiempo.
Para el militar, “el control de la zona de Hayar al Asuad y del campamento (de refugiados palestinos) de Al Yarmuk es un logro cuya importancia estriba en haber acabado completamente con los elementos terroristas más peligrosos”.
Las operaciones militares, que comenzaron el pasado 19 de abril, “acabaron con un gran número de terroristas de la organización terrorista Daesh (acrónimo en árabe del EI), lo que facilitó el control completo de la zona de Hayar al Asuad y Al Yarmuk”, indicó.
El portavoz calificó este “logro” como una “evidencia” de la capacidad de su ejército para hacer frente “al terrorismo sistemático apoyado por grupos regionales e internacionales”, al igual que insistió en no detener esta contienda “hasta que todo el suelo sirio sea liberado de la abominación del terrorismo (….) la eliminación completa del terrorismo es una decisión siria irrevocable, sean cuales sean los sacrificios”.
Tras el anuncio del militar, la televisión siria mostró imágenes en directo de banderas sirias izadas en los edificios de la zona. Esta ofensiva se produce “después de limpiar todas las zonas de Guta oriental y occidental completamente del terrorismo takfirí (radical) y la destrucción de sus agrupaciones extendigas en esas áreas”, aseveró el militar, en alusión a la toma, el pasado 14 de abril, del que fue el principal bastión opositor a las afueras de Damasco.
Además, durante la ofensiva, al menos 233 radicales y 251 efectivos gubernamentales perdieron la vida, según la ONG. De acuerdo con informaciones del Observatorio, unas 1.600 personas, entre ellas combatientes del grupo extremista y sus familiares, han sido evacuadas desde el domingo de los barrios de Hayar al Asuad, Al Tadamun y el campo de Al Yarmuk por un acuerdo “secreto” con las autoridades.
El grupo partió en de 32 buses distribuidos en dos convoyes: el primero salió este lunes y el segundo, en la madrugada de este martes, con destino al desierto del este de Siria, donde queda uno de los últimos reductos yihadistas en el país árabe, en una zona fronteriza con Irak. La salida de los combatientes, a los que se ha permitido llevarse las armas ligeras, ha sido supervisada por Rusia, aliada de Damasco, según la ONG.
Sin embargo, el Gobierno sirio no ha reconocido las negociaciones con los yihadistas y solo ha informado acarca de que se ha permitido la salida de niños, mujeres y ancianos de esta zona por “razones humanitarias” durante una tregua iniciada el domingo y concluida ayer.