Bondadoso, apacible, afectuoso, piadoso, un hombre de Fe en Dios, ese fue Alirio Javier Riaño González, “el Señor de la Radio”, el campeón de la vida.
Un Bogotano bonachón que llegó a Arauca en los años 70, tomó agua de la madre vieja, y se quedó para siempre en esta tierra libertaria; “Amo esta tierra que me lo ha dado todo. El amor de una gran mujer llanera, dos hijos, nietos y grandes amigos, ¡que más le puedo pedir a la vida!” decía con frecuencia el hombre que estudio en el Colegio Superior de Telecomunicaciones y con orgullo iniciaba sus programas de radio dando el número de su Licencia de Locutor y confesando su amor por el sector agropecuario.
Poseedor de una cálida sonrisa que brindaba a sus allegados tranquilidad y confianza, buen conversador, entrañable amigo, excelente consejero, firme en sus convicciones, honesto y trabajador; ese era Javier.
De su primera relación nació su hijo Deider Javier Riaño. Siempre expresó orgullo por el docente, el amigo y el buen ser humano que formo.
En el ambiente de la radio conoció a su gran amor, Dolores Jiménez con quien tuvo a la niña de sus ojos, Verónica.
Lola, su compañera de siempre, fiel, leal, entregada a él en alma y vida. Su amada nunca le falló, no lo dejó solo. Fueron 14 años de lucha permanente contra la diabetes; penosa enfermedad que trató de limitarlo físicamente, pero él siempre pegado de la mano de Dios logró superar heroicamente.
Dios concedió a Javier una voz de locutor auténtica, con un matiz singular, inimitable, una voz única. A pesar de sus quebrantos de salud, producto de la enfermedad degenerativa, su voz nunca envejeció. Fue el vehículo para expresar emociones en las grandes transmisiones folclóricas, deportivas, de coleo, reinados, ferias, elecciones, debates, etc.
Su voz era conductora de sentimientos en “Las noches fantásticas”, el programa de baladas que dirigió durante muchos años.
Sus conceptos, opiniones y juicios de valor enaltecieron el trabajo de los campesinos de Arauca en el Programa “La Llanura Despierta” transmitido en la emisora La Voz del Cinaruco. Javier Riaño era el aliado y defensor a ultranza de los ganaderos y agricultores de Arauca. Se recorrió todas las Ferias agropecuarias de la entonces Intendencia y el hoy Departamento de Arauca.
Ya enfermo, su rostro se iluminaba al recibir el cariño de la gente del campo. Una llamada de un ganadero de las sabanas de Arauca o del Sarare era una medicina, un energizante. Muchas veces las serenatas carrangueras de sus amigos del Piedemonte le devolvieron la luz y alegría a sus ojos.
Nunca se retiró de la radio y en los últimos años de vida, encontró en Meridiano 70 una familia. Aquí recibimos sus asesorías, sus valiosos consejos y recomendaciones, Fue invitado imprescindible en la emisión de programas especiales.
Sus enseñanzas fueron valiosas en las impecables transmisiones de la feria exposición agropecuaria de Arauca; dijo que se sentía feliz y traspasó a los jóvenes periodistas y reporteros de Meridiano 70 su entusiasmo y exaltación del trabajo de las gentes del campo. Fueron largas las jornadas, pero valioso el tiempo para aprender del hombre que más conocía el valor, entrega y sacrificio de los ganaderos y agricultores en el desarrollo de Arauca.
Un querido amigo, Javier Riaño González, ha dejado este mundo y hoy está al lado del creador, pero en nuestros corazones siempre estará presente porque jamás olvidaremos los momentos compartidos y el inmenso amor a Dios y a la Vida.
Familia de Meridiano 70