Por considerar que la calidad del aire mejoró en 50 por ciento durante los días de la emergencia ambiental, la Administración Distrital decidió levantar el pico y placa transitorio y volver a la normalidad: días pares e impares, entre las 6 y las 8:30 de la mañana y entre las 3 y las 7:30 de la noche, de lunes a viernes.
Con esta última medida, ya no hay restricción los fines de semana para particulares ni motos. La única que se mantiene es la prohibición para los camiones de más de dos toneladas en la zona de emergencia; difundió EL TIEMPO.
Según explicó el secretario distrital de Ambiente, Francisco Cruz, una vez se adoptaron las medidas, la calidad del aire pasó de 72 microgramos por metro cúbico a 32, lo que significa –dijo– que se garantiza la calidad del aire en Bogotá.
Sobre la polémica que se desató por la restricción a los vehículos particulares, el médico y candidato a doctorado en Salud Pública de la Universidad Nacional, Mauricio Ángel, dijo que aunque no contaminan, sí causan congestión vehicular y que es en ese trancón donde quedan atrapados los camiones.
“Cuando hay menor congestión, hay menos contaminación, pero no porque los particulares lo generen, sino porque el tráfico mejora y hay menor tiempo de diésel en la calle”, dijo el experto.
El profesor Ángel también destaca la medida de restricción de tres meses a la circulación de camiones pesados, en el suroccidente de Bogotá, dice que va por buen camino. Otra de las lecciones que deja esta medida es que se evidenció que las motos, según Peñalosa, también causan contaminación. Las cifras muestran que aportan poco más del 9 por ciento.
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Entre tanto, el experto en salud pública y profesor asociado de la Universidad de los Andes, Luis Jorge Hernández, coincide con la advertencia que hace Ángel en el sentido de la importancia de articular las decisiones entre salud y ambiente.
“Salud no puede ir detrás, tiene que anticiparse a las alertas. Considero que se debe seguir con las recomendaciones para la población más vulnerable (con enfermedades respiratorias y cardiovasculares)”, expresó el profesor Hernández.
También recordó que por delante está el plan decenal de descontaminación del aire, “y tanto la Alcaldía como la Secretaría de Ambiente tienen que mostrar el seguimiento casi que semanalmente”, señaló.
Los expertos consideran que la responsabilidad no solo debe recaer en los ciudadanos, a quienes les tocó el pico y placa ambiental, sino también en los responsables de las fuentes de emisión, como los empresarios del transporte de carga y los propietarios de los buses y busetas chimenea.
En esta oportunidad, la ciudad también contó con suerte pues en los últimos días han caído aguaceros, que, sumados a las medidas, ayudaron a que la contaminación bajara sus niveles de material particulado.
El alcalde Peñalosa agradeció a los ciudadanos por su colaboración en la emergencia, la cual tuvo dos momentos: el jueves, cuando se decretó la alerta amarilla en tres localidades, pero que 24 horas después, debido a que los indicadores aumentaron, pasó a naranja en el sur-occidente y a amarilla en el resto de la ciudad.
Según la Secretaría de Ambiente, como una medida preventiva, se mantendrá el pico y placa para camiones de carga pesada de más de 2 toneladas en el suroccidente de Bogotá, es decir, en las localidades de Kennedy, Bosa, Tunjuelito y Puente Aranda, exactamente así: al norte, la calle 13; en el occidente, límite con el río Bogotá; en el oriente, la NQS, y en el sur, la autopista Sur hasta el límite con Soacha.Esta medida regirá entre las 6 y las 8 a. m. Según la entidad, estos son los vehículos que más contaminan. Aportan el 43,60 % de las partículas de entre 2,5 y 10 micrómetros presentes en el aire.
Fuente: https://www.eltiempo.com/bogota/las-lecciones-que-dejo-la-emergencia-por-la-contaminacion-del-aire-328898