Un exhaustivo estudio realizado por la Línea Convivencia y Seguridad Ciudadana de la Fundación Paz y Reconciliación (Pares) reveló la preocupante presencia de 196 organizaciones criminales en siete regiones clave de Colombia. Según el análisis, estas áreas incluyen Bogotá, Valle de Aburrá, Cali, Barranquilla, Cúcuta, Buenaventura y Quibdó, con la existencia de cinco grupos armados organizados, 61 grupos de delincuencia organizada y 130 agrupaciones de delincuencia común organizada.
Especialmente en Cúcuta, cerca de la frontera con Venezuela, se identificaron aproximadamente 20 organizaciones criminales. Estas redes incluyen tres grupos armados reconocidos: el ELN, el Clan del Golfo y las FARC, además de seis grupos de delincuencia organizada y once bandas de delincuencia común. Estas organizaciones ejercen una notable influencia en la regulación de mercados criminales y en el control social y territorial de la región.
Alarmantemente, la Defensoría del Pueblo registró 156 casos de confinamientos en el país entre enero y septiembre de este año, lo que representa un aumento del 31% en comparación con el mismo período de 2022. La mayoría de estos incidentes ocurrieron en Chocó, con 81 eventos, seguido por Putumayo, Nariño, Arauca, Cauca, Valle del Cauca, Bolívar, Caquetá y Antioquia. Los principales responsables de estas acciones son el ELN, las disidencias y el Clan del Golfo, todos actualmente en diálogos de paz con el Gobierno Nacional.
Este estudio también señaló un aumento preocupante en los casos de secuestro y extorsión en todo el país, afectando a negocios de todos los tamaños. De enero a octubre, se informaron 286 casos de secuestro, destacando la urgente necesidad de abordar esta creciente ola de violencia y criminalidad en Colombia.