El más típico y popular de los platos llaneros, una ternera joven aun no destetada, que se asa a la brasa con calor indirecto.
Es un símbolo de la cultura, indispensable en reuniones sociales, tiene su origen en el pasado, en las grandes arrierías a campo abierto que duraban varios días y en las que, por razones de economía, era preferible sacrificar una hembra joven para las comidas, antes que un animal adulto o un macho que podía llegara a valer más en los mercados de destino.
En este asado popular siempre aparecen los otros dos ingredientes que simbolizan la vida en las llanuras: La yuca, alimento amazónico por excelencia, que recuerda el estrecho contacto con las comunidades indígenas, y el plátano, el fruto traído por los españoles que sin duda se adapto a las condiciones y al gusto de los seres humanos que pueblan la inmensa llanura.