Ahora el turno le corresponde al Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) en la publicación de su informe, desde luego muy relacionado con la situación de derechos humanos en Colombia, pero más específicamente con la grave situación de crecimiento de víctimas a causa de minas antipersonal.
Después de la firma de los acuerdos el crecimiento de víctimas registradas desde el 2017 indica que en ese año el total fueron 57, para el 2018 subió a 221 y en el 2019 la cifra llegó a 352 casos, lo que concluye un crecimiento del 59%. De estas víctimas 42 murieron, 159 civiles y 19 menores de edad.
Más de la mitad de las víctimas reportadas (57%) son de Arauca, Norte de Santander y Antioquia, y los otros departamentos también afectados fueron Meta, Chocó, Nariño, Cauca y Bolívar.
Otro aspecto que toca el informe es el del confinamiento, en donde dice el CICR que 27.600 personas vivieron dentro del fuego cruzado y las acciones de los grupos armados, el 83% viven en el Chocó y ratifica las difíciles condiciones sociales de pobreza que padece este departamento. El desplazamiento masivo también sigue afectando a la población con un registro de 25.303 víctimas. Las desapariciones siguen siendo un grave factor de la guerra con un registro en el 2019 de 93 personas, y encontrar a estas víctimas tiene un resultado aun más desalentador pues “de las 2.158 personas que está buscando en Colombia tuvo información de 913 víctimas, pero solo logró resolver 116 casos”. Otro factor es la migración a zonas de conflicto, donde el cálculo se estima en 1,6 millones con un alto grado de vulnerabilidad.
El Comité Internacional de la Cruz Roja afirma contundentemente que en Colombia reconocen cinco conflictos armados en donde dichos criminales no respetan las reglas mínimas de la guerra.