La ola de violencia desatada este fin de semana por la activación de minas antipersonales, que en menos de 24 horas dejó cinco muertos y cuatro heridos, encienden las alarmas sobre el uso de estos artefactos no convencionales en la subregión del Catatumbo de Norte de Santander, publicó EL TIEMPO.
De acuerdo con la base de datos de la Unidad de Víctimas, en lo corrido de este año se han presentado cinco incidentes. Aunque el registro es menor, lo que llama la atención es la gruesa cifra de lesionados por estos explosivos, que en tres meses ya asciende a 11 personas y que supera el reporte anual de siete afectados en 2016 y 2017, cuando se registraron 86 y 66 incidentes, respectivamente.
Del reciente número de víctimas, nueve son militares y dos son civiles. Estos últimos fueron los ciudadanos a bordo de una motocicleta, que fueron impactados con la ola expansiva del campo minado detonado el sábado, cuando uniformados, adscritos a un batallón de ingenieros, adelantaban la pavimentación de 17 kilómetros de la vía hacia el corrimiento de La Gabarra, en zona rural de Tibú.
Según el general Nicacio Martínez, general del Ejército Nacional, esta acción violenta, como la que ocurrió 24 horas después, en el municipio de Teorama, habría sido planeada y ejecutada por los frentes Luis Enrique León Guerra y Héroes del Catatumbo de la guerrilla del Eln, desde Venezuela.
“La verdad, se han presentado muchos hechos en este sector. Este año, en este sector, hemos logrado contrarrestar 15 eventos terroristas desde la construcción de esta vía Tibú. Estos no fueron posibles contrarrestarlos, pero seguramente vamos a reforzar el área y vamos a trabajar con todas las autoridades en el tema de inteligencia para capturar las personas responsables de este hecho”, indicó el alto oficial.