El gobierno argentino ha decidido usar todo su arsenal contra la devaluación del peso.
En la práctica deja de regir la “zona de no intervención” establecida en octubre de 2018 (con un mínimo de 40 pesos y un máximo de 51 pesos por dólar) y el Banco Central pone sobre la mesa sus reservas al completo, de casi 72.000 millones de dólares, para intentar estabilizar la moneda y contener la inflación.
Las fuertes turbulencias de la pasada semana y la alta inflación (se estima que en abril volverá a rebasar el 4% mensual) han llevado a cambiar la política monetaria y recuperar, con el beneplácito del FMI, la estrategia que se descartó hace un año.
LE PUEDE INTERESAR: Canciller venezolano negó que ataque en Arauca se planeara en su país
El anuncio de que el Banco Central podría vender dólares incluso si la divisa estadounidense se mantiene por debajo de los 51,45 pesos tuvo un efecto inmediato.
En unos minutos el peso subió 1,48 unidades frente al dólar y al cierre de los mercados financieros el cambio era de 44,30, con un descenso del 3,2% del billete verde. La sesión supuso un respiro tras la montaña rusa de las últimas jornadas.