Los brasileños decidirán el domingo si durante los próximos cuatro años serán gobernados por el ultraderechista Jair Bolsonaro, que lidera los sondeos, o por el izquierdista Fernando Haddad, que trató de formar un “frente democrático” para impedir la victoria de un apologeta de la dictadura militar (1964-85).
Bolsonaro, un excapitán del Ejército de 63 años, ganó la primera vuelta con 46% de los votos, frente a 29% para Haddad, del Partido de los Trabajadores (PT). Los sondeos del balotaje le auguran una victoria por 56% a 44%, difundió AFP.
Sus electores prestaron más atención a su promesa de combatir una criminalidad galopante flexibilizando el porte de armas y a sus denuncias contra la corrupción que a sus exabruptos misóginos, homofóbicos y racistas o a su falta de iniciativas importantes en sus 27 años como diputado.
El candidato izquierdista Fernando Haddad (C) saluda a simpatizantes durante un acto electoral en Recife, Brasil, el 25 de octubre de 2018
El vencedor deberá gobernar junto a un Congreso con partidos debilitados por los escándalos y dominado por los lobbies conservadores del agronegocio, de las iglesias evangélicas y de los defensores del porte de armas.
El PT seguirá siendo la primera fuerza en la Cámara, pese a haber perdido varios diputados tras ser uno de los partidos más golpeados por las investigaciones sobre sobornos en Petrobras. Ese escándalo llevó a la cárcel a su líder histórico, el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010), que purga desde abril una pena de 12 años de cárcel.