Otra de las vacunas que concentra la atención de los científicos es la del laboratorio chino que adelanta ensayos clínicos en Brasil. Un colombiano lidera el equipo médico que practica las pruebas.
En varias cajas provenientes del laboratorio chino Sinovac está una de las esperanzas más cercanas para frenar el coronavirus. En el Instituto Butantan de Sao Paulo, en Brasil, se están realizando las pruebas clínicas de la vacuna contra la pandemia que tiene en vilo al mundo.
Quien lidera ese equipo en Brasil es el médico colombiano Ricardo Palacios, director de investigación clínica del Instituto Butantan.
“Nosotros tuvimos la felicidad de haber comenzado la vacunación de los participantes de la investigación ayer, entonces fue justamente ayer que la primera persona de esta fase final del estudio recibió la primera dosis de la vacuna”, afirmó.
Según Palacios, es una vacuna hecha con virus inactivado, “una tecnología bastante conocida, bastante segura, utilizada en otras vacunas que tenemos en distribución normal, tal vez muchos de nosotros hemos recibido vacunas como esta”.
Novecientos voluntarios ya empezaron a recibir en Brasil la vacuna que se aplicará inicialmente a 9.000 personas.
“La mitad de esas personas recibirá la vacuna, la otra mitad recibirá una sustancia que es parecida a la vacuna, pero no tiene el componente activo que es lo que denominamos un placebo, pero nadie más va a saber quien recibió que, todas las personas serán acompañadas y evaluadas a lo largo de un año”, señaló.
El doctor Palacios, no el científico, el ser humano, explicó a Noticias RCN una de sus motivaciones para trabajar duro por salirle adelante al virus que ha cobrado la vida de más de 600.000 personas en el mundo.
“Tenemos amigos que enfermaron, amigos que han fallecido, tenemos personas que, incluso dentro de Butantan, una de ellas murió, entonces es una enfermedad que nos está doliendo a todos”, sostuvo Palacios.
El científico dice que la vacuna es segura y sin efectos secundarios. En la región, solo Brasil, Argentina y México están en capacidad de fabricar su producción.
“Si las proyecciones epidemiológicas continúan como están hasta ahora, posiblemente antes de terminar el año esta vacuna, y tal vez algunas otras, tengan algunos resultados preliminares de eficacia que permitan pedir una autorización de uso emergencial”, vaticinó Palacios.
Para este colombiano, es importante fortalecer los centros de investigación en el mundo porque, aunque la prioridad es la vacuna, preocupan las secuelas de la enfermedad a largo plazo de las que muy poco se conoce.
“No sabemos qué tanto afectó a esos pulmones, qué secuelas hay, si hay otros lugares donde existen receptores, donde el virus puede entrar como el riñón, o en el corazón”, advierte.
Palacios, médico de la Universidad Nacional de Colombia, y doctor en infectología, tiene una gran responsabilidad en sus manos, coordinar a un gran equipo con personas de diferentes nacionalidades para lograr que las dosis de la vacuna sean una realidad.
Tomado de: NoticiasRCN.com