Las fotografías dan cuenta que los niños se encuentran bien al igual que la oficial madre de los menores. El padre de la oficial manifiesta que ya tuvo comunicación con su hija y que dice encontrarse bien.
Celebramos la libertad, pero seguiremos condenando este cruel hecho de violencia contra niños y una mujer en estado de indefensión, que a pesar de ser miembro del Ejército Nacional se transportaba de civil y bajo ninguna circunstancia en misión, operación o función alguna relacionada con su trabajo. Esta guerrilla debió abstenerse de secuestrar a esta familia, esto nunca debió suceder en la vida de estos niños y es una clara violación del Derecho Internacional Humanitario.
Esperamos los colombianos respeten el cese bilateral acordado con el gobierno del presidente Gustavo Petro, y cumplan su palabra de no atacar más a la población civil.
Toda nuestra solidaridad para los niños y la Sargento Ramírez y el resto de su familia, esperamos sean atendidos debidamente y les sea brindado todo el apoyo institucional, pues ya cuentan con todo el apoyo del pueblo araucano y colombiano.
Gratitud enorme a los sacerdotes que lideran estas acciones humanitarias lideradas por la Defensoría del Pueblo.
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