Con esta reflexión, el defensor del Pueblo en el departamento de Arauca, el padre Deisson Mariño, reseñó la difícil situación que están viviendo los habitantes del departamento de Arauca tras las muertes violentas registradas en contra de la población civil y la cadena de atentados en contra de la fuerza pública.
El Defensor de Arauca lamentó las muertes violentas suscitadas en los últimos días y recordó que ningún asesinato es justificable y reiteró que las alertas tempranas fueron dadas en meses anteriores con el posible ascenso de la violencia; hechos que se ven reflejados hoy con las últimas muertes.
Así mismo, el Defensor expresó la preocupación por la vulnerabilidad en el que se encuentran los uniformados de la Policía Nacional.
“Dejar dos policías en un CAI es como ponerlos como carne de cañon ante los grupos armados al margen de la ley”, explicó.