El anuncio sobre el incremento en el precio del ACPM (diésel) en febrero de 2024, con el objetivo de mitigar el déficit del Fondo de Estabilización de Precios de Combustibles (Fepc), ha generado preocupación entre los transportadores de carga en Colombia.
La decisión, comunicada por el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, implica un aumento de 8.000 pesos, lo que elevaría el costo del galón de diésel a 9.165. Según los transportadores, esta subida podría tener repercusiones significativas en la economía nacional, afectando especialmente la inflación, que según el DANE, alcanzó el 10,99 % interanual en septiembre.
Henry Cárdenas, presidente de la Federación de Transportadores de Carga (Fedetranscarga), expresó su inquietud ante el Senado de la República. Argumentó que un alza en el precio del combustible haría insostenible la operación de transporte, posiblemente llevando a una paralización de los camiones en el país. Este escenario elevaría los costos de transporte, impactando directamente en el precio de los alimentos.
Cárdenas también manifestó la disposición de los camioneros de suspender sus actividades si se implementa el incremento. Adicionalmente, señaló una disminución del 16 % en importaciones y un 5 % a 6 % en exportaciones, lo que perjudica aún más el sector. Por último, destacó la creciente inseguridad en las carreteras, evidenciada por la lamentable cifra de 16 conductores fallecidos durante 2023.