El próximo 8 de octubre, el municipio de Tibú, Norte de Santander, será testigo de un hito en la historia reciente de Colombia: la instalación oficial de la Mesa de Diálogos de Paz entre el Gobierno Nacional y el Estado Mayor Central (EMC). Este anuncio se produce a pesar de los recientes enfrentamientos entre el Ejército y disidencias guerrilleras en Cauca.
La Oficina del Alto Comisionado para la Paz (Oacp) ha señalado que esta mesa es el resultado de un arduo trabajo desarrollado en 2022. Durante este proceso, contaron con el apoyo constante de entidades como el representante en Colombia del secretario general de la ONU, la misión de implementación del acuerdo de paz de la OEA, la Conferencia Episcopal y el Consejo Mundial de Iglesias.
En un comunicado reciente, la Oacp compartió avances significativos para este encuentro, destacando la propuesta de protocolos que buscan garantizar el respeto a la población civil y la implementación de un cese al fuego bilateral, temporal y de carácter nacional y territorial.
La declaración de Iván Losada, conocido como ‘Iván Mordisco’, en representación del EMC, ha sido considerada positiva por la entidad. En ella, reitera la decisión de mantener un cese de acciones ofensivas hasta la instalación de la Mesa de Diálogos de Paz, especialmente considerando las tensiones armadas en Argelia y Playa Rica, Cauca.
Para este encuentro, se ha extendido una invitación a varios países que han sido testigos en eventos claves de la preparación, para que estén presentes en Tibú. Además, la delegación del gobierno nacional está trabajando meticulosamente en los detalles y en la agenda del acto de instalación, buscando garantizar la participación activa de la comunidad del Catatumbo y sus autoridades.
La Delegación de Paz de Gobierno ha expresado su confianza en que el respeto a la población civil y sus derechos seguirán siendo el pilar de este proceso. Mientras se instala el Mecanismo de Veeduría, Monitoreo y Verificación, se mantendrán las comunicaciones bilaterales para atender situaciones delicadas que puedan surgir.
Sin embargo, el camino hacia la paz no ha estado exento de desafíos. En las últimas dos semanas, se han registrado bajas de ambos lados, en medio de una reactivación del conflicto en áreas estratégicas del EMC en Cauca. Recientemente, insurgentes acabaron con la vida de un suboficial del Ejército en Argelia, Cauca.
A pesar de estos desafíos, la instalación de la Mesa de Diálogos de Paz en Tibú representa una esperanza tangible de reconciliación y construcción de un futuro más pacífico para Colombia.