Seis docentes de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.) Sede Orinoquia que cursan el último módulo de la Maestría en Enseñanza de las Ciencias Exactas y Naturales participaron en este evento –a finales de mayo pasado– con trabajos que fueron evaluados por profesores internacionales. Ellos, además de avalar la experiencia, establecieron contactos con los docentes investigadores del departamento de Arauca, para adelantar trabajos conjuntos con grupos de investigación internacionales.
El profesor Óscar Checa, coordinador de la Maestría de la U.N. Sede Palmira, consideró esta experiencia como un éxito. “Los trabajos son de alto nivel y aportan mucho a otros investigadores; la idea principal de participar en el Congreso era compartir nuestras experiencias y de alguna manera medirlas en el escenario internacional”, subrayó.
El docente explica que el proceso permitió que “los trabajos se sometieran a evaluadores del Congreso, quienes vieron el potencial de nuestras experiencias y las seleccionaron para participar”. Además resaltó el apoyo económico de la Facultad de Ingeniería y Administración de la U.N. Sede Palmira, por medio del programa de movilidad, para participar en el evento”.
El factor innovador que les valió el reconocimiento a los estudiantes de maestría de la U.N. es que sus experiencias se han aplicado en las instituciones educativas en las que se desempeñan como docentes con resultados positivos para el desempeño de los niños de primaria.
Cultura y juego
Sobeida Álvarez, tutora del programa “Todos a Aprender”, en la Institución Educativa Normal Superior María Inmaculada de Arauca, e integrante de uno de los tres grupos que socializaron su trabajo de maestría, explica que su tarea “consistió en utilizar el juego como herramienta para mejorar la comprensión lectora con la ayuda de mentefactos proposicionales, una especie de organizador gráfico que ayuda a los estudiantes a entender textos”.
Por su parte, el profesor Jaime Palencia, docente del Instituto de Promoción Agropecuaria del municipio de Tame, destacó que el intercambio cultural jugó un papel importante, máxime cuando el tema central de su ponencia se basaba en la cultura llanera.
“La tesis fue resultado del trabajo de los profesores que conformamos el grupo y que adelantamos nuestra actividad laboral en zonas rurales como las veredas Barrancones y Los Caballos, del municipio de Arauca y de la zona rural del municipio de Tame, respectivamente, donde la aplicación de la tesis se basó en la cultura llanera, para entender los textos a partir de sus contextos”, detalló el docente.
Los profesores utilizaron técnicas de comprensión de textos a partir de ilustraciones enmarcadas en la cultura de la región, lo que permitió reunir a la familia en torno a la comprensión textual con actividades que incluían, por ejemplo, la gastronomía raizal.
Matemática en juego
La tesis que presentó el tercer grupo en Buenos Aires consistió en diseñar modelos para fortalecer la deficiencia en competencias matemáticas, halladas generalmente en niños escolares durante la primera infancia. “Diseñamos un kit matemático con material concreto que ellos puedan manipular, compuesto por elementos representados en material reciclable como tapas de gaseosa, fichas de cartón plastificadas, palitos de paleta y otros elementos como piedritas y un tablero pequeño para que los niños rayen y borren; esto permite la interacción para mejorar procesos de conteo, seriación, clasificación y valor posicional, entre otros”, resaltó Ana Carreño, docente y estudiante de maestría asistente al Congreso en Argentina.
Este trabajo está acompañado con un protocolo de uso que permite que cuando los docentes lo reciban entiendan el proceso y desarrollen correctamente la estrategia para que los niños de la primera infancia usen el kit de forma adecuada, explica la profesora Carreño.
“Nuestras propuestas fueron muy bien recibidas, pero sobre todo tuvieron mucha aceptación, debido a que ya se habían aplicado con buenos resultados; estamos muy contentos por ese recibimiento y por la buena imagen que proyectamos de Arauca y de la U.N.”, concluye la profesora Carreño.