Meridiano 70 conversó con el señor Jhan Carlos Amaya, una persona que pagó cerca de 5 años de cárcel sin haber cometido ningún delito.
Un gravísimo error judicial se convirtió en una pesadilla para Jhan Carlos Amaya, un trabajador de la agricultura y líder comunitario en el departamento de Arauca; esto luego de que una jueza en Arauca le imputara los delitos de homicidio, rebelión, porte de arma y hurto, solo por el hecho de que también era llamado entre sus conocidos como “Garganta” y que coincidencialmente así se le llamaba para ese entonces a Luis Felipe Ortega Bernal, un comandante del Frente Domingo Laín Sáenz del ELN que estaba siendo buscado por las autoridades.
Jhan Carlos Amaya, recordó la fecha en el que empezó el infierno para él; un 17 de diciembre del 2013. Ese día bajaba en su camioneta cargada de piña del sector conocido como Mesa de los Santos cuando fue abordado por un retén militar; allí fue requisado y sin encontrarle ningún arma o elemento ilícito, uno de los policías le manifestó que presentaba orden de captura.
“Cuando el policía me dice eso, yo quedo muy extrañado y sorprendido. Le dije que no entendía lo que me quería decir pero que estaba en toda la disponibilidad de aclarar las cosas”, dijo en ese momento.
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Cuenta el señor Amaya que fue llevado a audiencia y la jueza para ese entonces le imputa todos los cargos mencionados anteriormente. Por el hecho de que también se le apodada como “Garganta” Jhan Carlos fue condenado a la cárcel pues se le estaba confundiendo con ser un cabecilla del ELN. Este error del Estado le quitó la oportunidad de compartir con su familia por más de 5 años.
“Para ese entonces no teníamos de un abogado para defendernos y es así que llegue a la cárcel de Girón, Santander; lugar en donde inició mi recorrido por varias cárceles del país, sin la oportunidad de contar con una verdadera justicia para mi”, expresó.
Con voz entrecortada, Jhan Carlos manifestó que la jueza actuó negativamente pues considera que se trató de un montaje judicial para conseguir culpables. “La jueza tuvo la oportunidad de corroborar información sobre mi identidad y compararla; también en cuanto al aspecto físico, pues se decía que la persona que estaba siendo confundida conmigo tenía tatuajes”, dijo.
Pasaron los años sin que existiera la esperanza de dar claridad a todo lo que le estaba pasando de forma injusta, pero por cosas de Dios, un día pudo llegar la prueba reina que sacaría de ese gran hueco a Jhan Carlos.
Fue la hermana del comandante y cabecilla Luis Felipe Ortega “Garganta” quien declaró en favor de la inocencia de la persona que estaba pagando la condena de forma injusta. Y posteriormente a lo que fue una prueba de ADN autorizada para corroborar lo que manifestaba la familiar del verdadero culpable.
El pasado jueves 6 de septiembre, fue la fecha donde volvió a nacer, pues luego de procesadas todas las pruebas fue liberado por las autoridades y ahora goza de la compañía de los familiares y suyos, pero es aquí también el punto de inicio de lo que será otra batalla ahora administrativa en contra del Estado para que este pague por la injusticia que se cometió contra su persona y que le quitó por más de cinco años la oportunidad de vivir.
Audio: Jhan Carlos Amaya.