Los ganaderos del municipio de Arauca, quienes son parte fundamental de la primera actividad económica de la región, son actualmente víctimas de la desbordada inseguridad que día a día socava su producción y el acaba con el patrimonio de sus familias; y a esto sumado a la poca presencia de las autoridades para velar por ello.
Carlos Rodríguez Quenza, ganadero del municipio de Arauca, quien denunció hace poco el robo de un ganado de su propiedad en la vereda Mategallina, envió un duro mensaje a los mandatarios de la región para que se apropien de este problema y den solución a los productores que los tienen en jaque como lo es el abigeato.
“La justicia colombiana no sirve para nada, agarran a unos ladrones 2 o 3 meses y vuelven a las calles. Los mandatarios que tenemos no hacen nada por el campo y están pendiente de otras pendejadas y al campesino lo tienen olvidado. Hay vías en mal estado, no nos prestan seguridad. El alcalde y el gobernador por el campo no están haciendo un carajo pero es lo que veo y lo que siento”, dijo duramente el ganadero a este medio de comunicación
Por último, Rodríguez pidió tanto al alcalde de Arauca, Edgar Tovar como al gobernador Facundo Castillo a establecer estrategias de la mano con la fuerza pública para acabar con este flagelo del hurto de ganado. “Aquí faltan gobernantes que se amarren los pantalones y tengan cojones bien puestos y que hagan respetar las propiedades de los campesinos, pero este par de mandatarios viven pendiente de otras cosas. No han hecho nada por los campesinos”, finalizó.
Para nadie es un secreto, como incluso algunos ganaderos deben cumplir con el pago extorsivo a grupos armados, a cambio de la “protección” del ganado, pero ¿Qué pasa cuando ajenos a la guerrilla roban los animales?, irónicamente, la guerrilla ejerce funciones de “autoridad” y realiza el rescate de las cabezas de ganado pero que para devolver a sus dueños, estos deben pagar nuevamente también por ello.
Los ganaderos se han cuestionado sobre el accionar de la Fuerza Pública para hacerle frente a esta situación que por años se han mantenido en la región araucana. Pareciera que no bastara toda la tecnología, equipos, comunicaciones y armamento con el que cuenta el Ejército Nacional para garantizar la seguridad de los ganaderos y de todos los ciudadanos. ¿Qué nos hace falta?
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