“Mi estimada querida”, con esas sentidas palabras, el líder indígena del Pueblo Betoy, Ángel Aniceto, recordó a Magdalena Cucubana, la mujer líder indígena del pueblo Macaguán que fue asesinada en el municipio de Tame.
Don Aniceto, recuerda a Magdalena Cucubana como a esa mujer conocedora de la historia ancestral indígena del municipio de Tame, muy activa y siempre presente en las actividades culturales y de tradición organizadas por esta localidad.
Con 72 años de edad, Magdalena aparte de ser una connotada dirigente indígena luchó por el bienestar de su comunidad, era además la señora madre del Docente Elkin Campos Cucubana, rector del internado indígena de la Colorada de Fortul y abuela del docente Jonathan Campos.
Este hecho lamentable conmocionó a todo el municipio de Tame y más a las comunidades indígenas dado que Magdalena era reconocida por su trabajo para el bienestar de su pueblo ancestral.
Sobre los hechos que rodean su muerte, esto aún son materia de investigación por parte de las autoridades, aunque han relucido algunas versiones del mismo. Una de ellas, es que ciudadanos venezolanos la habrían asesinado por quitarle solo 20 mil pesos; según la denuncia del líder indígena Don Aniceto: “Ella estaba en la casa cuando en la tarde llegaron unos malditos y la mataron. Ella estaba sola y la asesinaron; y eso es culpa de los venezolanos por lo que ya no los queremos aquí”, dijo.
Otra de las versiones acerca de su homicidio, indicarían que los grupos armados al margen de la ley; disidencias de las Farc, estaría detrás del hecho en retaliación que existe hacia las comunidades indígenas para desplazarlas de sus territorios.
Alexander Uncacías, Gobernador de la Comunidad Indígena Uncacía del Pueblo U’wa del municipio de Saravena, en diálogos con Meridiano 70, indicó que se están adelantando las comunicación entre todos los miembros de otras comunidades indígenas para establecer información sobre los responsables.
Hay que recordar que las disidencias de las Farc, en cabeza de alias pescado, estarían ejerciendo presión para que varios de los miembros de las comunidades indígenas hagan parte de las filas de estos grupos armados, pero varias personas prefieren huir, antes de caer en esta situación.
Hace dos semanas tras un mes de labores investigativas, la Fuerza de Tarea Quirón, orgánica de la Octava División, llevó a cabo con éxito el planeamiento y posterior recuperación de un niño indígena Hitnú de tan sólo dos años de edad que estaría siendo usado por las disidencias de las FARC para ejercer presión a los padres para mantenerse en las filas del grupo armado en cabeza de alias pescado.
El rescate se dio luego de la denuncia instaurada por los padres, quienes hicieron parte de mencionado grupo armado ilegal; recientemente se habían presentado voluntariamente a las tropas de la Décima Octava Brigada, manifestando que el niño había sido arrebatado de sus brazos el pasado 26 de abril y entregado a las redes de apoyo al terrorismo como prenda de garantía para obligarlos a permanecer en las filas de la ilegalidad.