La crisis ha impulsado que cientos de venezolanos se sumen a las filas de guerrillas como el Ejército de Liberación Nacional (ELN). Los grupos criminales aprovechan la situación del país suramericano para sumar «combatientes».
Un reporte de la periodista Sebastiana Barraez señala que unas 228 294 armas y municiones desaparecieron de los parques de armas de la Fuerza Armada de Venezuela. Esto, mientras aumentan los grupos civiles armados y la huida de funcionarios militares.
De acuerdo con el director general de FundaRedes, el profesor Javier Tarazona Sánchez, muchas de las armas desaparecidas han servido para la comercialización o entrega a grupos irregulares, bandas criminales, hampa común, paramilitares, entre otras organizaciones ilícitas.
Explica Tarazona que «integrantes de grupos irregulares detenidos en Colombia, aseguran que muchas de las armas que poseen han sido extraídas del parque de armas venezolano».
Y es que en Venezuela han resurgido numerosos grupos paramilitares que benefician al chavismo y buscan defender la revolución. Todo esto bajo la mirada complaciente de las autoridades; armados y dispuestos a matar salen a las calles a impedir las manifestaciones opositoras.
Pero mientras aumentan los grupos armados y terroristas adentro del territorio venezolano, también crece la cantidad de refugiados que ante la crisis deciden sumarse a grupos guerrilleros como el ELN.
De acuerdo con medios de comunicación colombianos, el ELN se mantiene reclutando ciudadanos venezolanos y hasta menores de edad vulnerables por sus condiciones económicas.